Las autoridades estadounidenses se agarran todavía a que se produzca un «milagro» y se encuentre con vida a las personas que se teme estén bajo los escombros de la fabrica de velas de Mayfield (Kentucky) destrozada por un tornado en la noche del viernes, suceso sobre el que hay un baile de cifras.
Cerca de 40 horas después de que el edificio colapsara al paso de un tornado de categoría F3 en la escala de Fujita, con un máximo de 5 y que clasifica estos fenómenos por la destrucción que dejan a su paso, autoridades estatales, locales y federales confían en el éxito de las todavía «tareas de rescate».