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Economía sin rumbo

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Por: Verónica Juárez Piña

El Grupo Parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados votó en contra de la ratificación de Rogelio Ramírez de la O, como secretario de Hacienda y Crédito Público, porque el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no tiene la más mínima intención de cambiar la política económica, que ha sumido al país en la crisis más grave del siglo.

Ramírez de la O, es el tercer funcionario que ocupa esa cartera en tan sólo tres años de esta administración. Es decir, la dependencia más importante del gabinete, la que debería plantear y aplicar los criterios esenciales de la economía y el desarrollo nacional y fortalecer los sectores productivos del país; ha tenido un titular cada 12 meses.

Esta situación refleja la dimensión del fracaso del gobierno de López Obrador. El problema de fondo es que AMLO se empeña en imponer una política económica superada por la realidad. Una visión de la década de los 70, cuando el Estado asumía un papel central en las decisiones económicas y que terminó por fracasar al convertirse en un monopolio debilitado por la corrupción y la ineficacia.

El problema de fondo es que México no cuenta con los recursos económicos de entonces. La economía de la década de los 70 estaba petrolizada. El erario público dependía de los ingresos petroleros. Hoy, el petróleo es cada vez más escaso, Pemex está quebrado y la economía global depende de otras actividades y López Obrador se empeña en no apoyar otros sectores productivos que generan riqueza y empleo; y lo peor, ve a las empresas nacionales y trasnacionales, como enemigos.

Los errores de la política económica del gobierno de AMLO, se agudizaron con la forma equivocada en que enfrentó la pandemia y el impacto negativo de ésta en la mayor parte de la planta productiva.

El propio Arturo Herrera, quien deja la secretaría de Hacienda para irse al Banco de México, advirtió que como consecuencia de la pandemia en 2021 “México vivirá la crisis más fuerte desde 1932; es casi el peor momento económico para el país en el último siglo.” Y no le faltó razón, aunque fue totalmente ignorado por su jefe, quien lo regañaba cada vez que lo contradecía.

Desde el GPPRD sostenemos que Rogelio Ramírez de la O representa la continuidad de una desastrosa política que ha derivado en más pobreza y desempleo. Por eso votamos en contra de su ratificación.

En voz de nuestro compañero, Antonio Ortega, la fracción perredista advirtió que “los motivos de nuestra negativa de este nombramiento se encuentran en nuestro rechazo a la desastrosa política económica y hacendaria de la presente administración, y su persistente negativa a rectificar. A estas alturas, dudamos de la voluntad del Ejecutivo Federal para realizar el más mínimo ajuste. No se conmueve ante ningún sufrimiento de los mexicanos, ni le inquieta la contundencia con la que la realidad sepulta sus desvaríos”.

La promesa de lograr el 6 por ciento de crecimiento al finalizar el sexenio, se volvió inalcanzable desde la insensata decisión de cancelar la construcción del aeropuerto de la Ciudad de México, y cada día esa posibilidad se aleja más ante el cúmulo de yerros y políticas que generan desconfianza a la inversión privada e inhiben el crecimiento y el desarrollo. Como consecuencia, esto impacta negativamente en nuestras finanzas públicas.

Por eso, desde la tribuna, el GPPRD llamó al Ejecutivo Federal a establecer un diálogo Nacional, plural e incluyente, que permita levantar nuestra alicaída economía.

La obcecación presidencial, su errática política económica y su fracasada estrategia para enfrentar la pandemia, ha sacrificado, innecesariamente, a millones de mexicanos. Es hora de corregir el rumbo del país. Si López Obrador no entiende, las y los ciudadanos lo harán, impulsados por el hartazgo a su gobierno.