Luka Doncic tenía dos meses de haber celebrado 16 años cuando sobre sus hombros descansó la responsabilidad de ser señalado como un basquetbolista de época, después de debutar con el Real Madrid, uno de los equipos más importantes de Europa.
Doncic (Liubliana, Eslovenia, 28 de febrero de 1999) ha cubierto con creces el augurio de ser una estrella y ya rompió el techo de cristal de las limitaciones con los Mavericks de Dallas de la NBA.
Durante esta semana el guardia esloveno escribió una nueva página con letras doradas al hilvanar su séptimo partido con triples dobles estadísticos entre el 28 de febrero y el 11 de marzo, algo sin precedentes en la historia de la liga estadunidense.
A lo largo de seis temporadas el jugador franquicia de los Mavs ha cubierto un trayecto colmado de logros. Celebró las pasadas Navidades superando la barrera de los 10,000 puntos en su juego 358 en la liga, para ser quien más rápido lo hizo desde que Michael Jordan lo logró con los Bulls en 303 partidos. Así se convirtió durante esa jornada especial en el séptimo más rápido con tantos puntos como 10,000 en todos los tiempos.
Doncic fue un niño prodigio, llamado desde la infancia a romper con el molde de lo cotidiano. Sus buenas hechuras desde las categorías infantiles y su país hicieron que los visores merengues se lo llevaran a su academia de desarrollo de talento cuando apenas había cumplido 13 años.
Hace nueve años, el 30 de abril de 2015, comenzó su andar como jugador profesional siendo el más joven en debutar con el Real Madrid, disfrutando de una época brillante al conquistar la Euroliga de 2018 y tres Ligas ACB (2015, 2016 y 2018) antes de ser elegido por Atlanta en el Draft con la tercera selección global.
Pero la caprichosa fortuna quiso que su trascendencia fuera con los Mavericks, después de que en la noche de 21 de junio de 2018 los Halcones accedieron a transferirlo a Dallas —tras elegirlo con la tercera selección global— a cambio de Trae Young.
Ahora Doncic es el jugador más dominante de la liga. Lidera a los encestadores con 34.56 puntos por partido esta campaña, en la que está en el umbral de tener promedios de dos dígitos también en asistencias (9.9) y rebotes (9.1). Los Mavericks han ganado cuatro de esos siete partidos en los que el guardia de 25 años ha consumado triples dobles, haciendo evidente que sus esperanzas por trascender en la temporada descansan en el brillo que Doncic pueda ofrecer en la duela.
El 27 de enero Luka Doncic consumó una nueva hazaña en su trayectoria en la NBA cuando se destapó con 73 puntos contra los Halcones, el equipo que lo había seleccionado en el Draft de la NBA de 2018.
Luka firmó el cuarto juego con más puntos para un jugador en la historia (detrás de los 100 y 78 de Wilt Chamberlain en los 60 y los 81 de Kobe Bryant en 2006) para consolidarse como una estrella más allá de su tiempo.
Con esa actuación mandó un recordatorio que sólo él sigue la estela de los récords que ha dejado LeBron James en sus dos décadas en la NBA, pues las marcas del esloveno son mejores en rubros de puntos, rebotes, asistencias, efectividad de campo, tiros de tres de lo que el prodigio de Akron había establecido a lo largo de la misma cantidad de partidos. Doncic es el digno heredero para reclamar como suyas esas marcas un día.
