Por: Carlos E. Martínez Villaseñor
Si regresáramos al siglo XIX, cuando estrictamente la diplomacia internacional sensibilizaba naciones enteras; si regresáramos a la historia misma de una “diplomacia histórica”, por así llamarla, entre acuerdos de regiones, pactos entre territorios… El gran valor de la diplomacia de un Estado, que da vida a las relaciones internacionales en el campo de la política internacional, de la política exterior, de los roles de las relaciones exteriores, así como en su historia misma en sus versiones clásicas… entenderíamos perfectamente tanto su evolución, como sus desafíos… pero entenderíamos más el respeto que conlleva.
Lo ocurrido en días pasados, referente a la recomendación que envió el Parlamento Europeo al Gobierno de la República, no es más que un señalamiento que es imposible de esconder, imposible de eludir, imposible de refutar… La preocupante incidencia de periodistas asesinados, así como defensores de los derechos humanos, no sólo continúa sino que va al alza. Comencemos por comentar que el Parlamento Europeo es un foro de gran importancia a nivel mundial, tanto en su debate político, como en su conformación, siendo 705 miembros eurodiputados, donde concurren representantes de todos los países de la Unión Europea. Sólo para contar con un referente, representan aproximadamente a 446 millones de ciudadanos de la Unión. Esta es la magnitud.
Pero no solo el Parlamento Europeo está preocupado por lo que ocurre, no olvidemos que en pasadas semanas, en el Senado de Estados Unidos, los Senadores Marco Rubio, y Tim Kaine enviaron una carta al Secretario de Estado, Antony Blinken con la intención de ser enviada también al Gobierno de la República. Ante la inminente guerra entre Rusia y Ucrania, los reflectores y los temas cambiaron, al ser otras las prioridades de nación. Pero eso no significa que no se realizó, o se hizo caso omiso a lo que está ocurriendo en nuestro país. Sin terminar comentando, los problemas que se han suscitado en los nombramientos de las nuevas embajadas, tanto en Europa, como en Latinoamérica… donde la diplomacia ni siquiera jugó un rol, sino al contrario, fue devastador y lastimoso para el país entero. Hemos mencionado en este mismo espacio, la urgente necesidad de una Reforma Judicial, que hoy tanto daño hace a los procesos judiciales raquíticos, llenos de lagunas, donde los delincuentes salen en total impunidad, donde realmente la palabra “justicia” sale sobrando. Legisladoras, legisladores, está falta de reforma, está destruyendo nuestro país. ¿Qué mensaje enviamos como país, a nivel mundial e internacional? Ejemplos de Diplomacia fallida tenemos muchos más, ocurrieron diversos en Estados Unidos; ante la situación de guerra en Rusia; igualmente ante ello en Ucrania; en Austria con el tema del Penacho de Moctezuma; en España, exigiendo disculpa pública por los hechos acontecidos en la llamada conquista. Pero no bastó con eso, sino que se dijo que sería importante pausar la relación entre ambos países; en Perú, involucrándose en estrategias políticas internas; en Venezuela, apadrinando al sector político; en el Salvador, fomentando e impulsando programas de apoyo financiero; el tejido de bochornosos momentos, pareciera no tener fin. La realidad no puede taparse con un dedo, no puede taparse con manipulaciones… La crisis diplomática que se vive en el país es dramática. Las cartas de recomendación, los señalamientos directos, las advertencias, los posicionamientos de organizaciones e instituciones internacionales… no todos podemos estar mal. Despertemos México, lo comento una vez más… legisladoras y legisladores, senadoras y senadores de la República, LA REFORMA JUDICIAL ES URGENTE, MÉXICO NO PUEDE ESPERAR MÁS..
