Samanta Monraz Medina vivió un viacrucis cuando comenzó a llevar a su hijo con psicólogos, médicos, psiquiatras y terapeutas, sin recibir un diagnóstico acertado, sin observar avances en él, hasta que llego a DIF.
“Aquí le realizaron estudios muy completos que jamás le habían hecho y estoy muy satisfecha con el servicio y la atención, pues mi hijo tiene déficit de atención e hiperactividad, y me siento acompañada en el proceso” comentó.
Esta atención se brinda en el Centro de Educación Especial La Aurora, ubicado en Javier Mina 3437, colonia La Aurora y en el Centro de Educación Especial 18 de Marzo, ubicado en Faja de Oro y Cabeza de Vaca 3004, colonia 18 de Marzo.
Los centros de educación especial dan apoyo psicológico a niños de 6 a 11 años, que cursen la educación primaria regular, con problemas de aprendizaje, conducta (hiperactividad, depresión, agresividad, baja autoestima, encopresis, enuresis, ansiedad, etc.) y/o lenguaje (articulación y lingüísticos); además se brinda orientación a los padres sobre la forma de proporcionar ayuda a sus hijos.
Los menores son derivados al centro tras la detección de alguna anormalidad por los padres o escuelas para su debido diagnóstico, a cargo de un grupo interdisciplinario conformado por psicólogos, médicos y trabajadores sociales.
“Yo trabajo con niños con problemas de conducta, nosotros estudiamos los contextos, causas y necesidades por las cuales los niños llegan al centro” señaló Bertha Vargas Castañeda, psicóloga que explica que para los usuarios se realizan los siguientes pasos: Entrevista inicial y valoración psicológica; inscripción al área correspondiente o derivación a institución externa según resultados de la valoración; exámenes psicométricos y actividades lúdicas que muestran el déficit del niño o áreas fuertes que servirán de apoyo, como: Historia clínica, test de Bender, figura humana, familia, percepción motora libre, conocimientos básicos, actualización escolar Wechler, articulación Melgar y psicomotricidad.
En caso de requerirlo, el área médica les deriva al paido psiquiatra o neurólogo, quien determina si necesitan medicamento como apoyo a su terapia.
Las sesiones de las terapias son una vez por semana y los papás acuden a escuela para padres, que promueve valores, virtudes y derechos fundamentales de los niños mediante educación de progenitores con la finalidad de motivarlos y comprometerlos con el bienestar y desarrollo psicosocial integral de sus hijos.
Los temas son elegidos por los padres y los psicólogos apoyan con otros tópicos para que los padres comprendan los procesos de sus hijos, que muestran resultados según sus necesidades.
“A través de estas acciones se contribuye a la prevención de deserción escolar, problemas de calle como drogadicción, alcoholismo o vandalismo y prevención de violencia intrafamiliar para fortalecer el crecimiento del menor y su familia, comenta Lic. Blanca Estela García Benites, Directora del Centro.
Alma Rosa García Álvarez, tiene un hijo con déficit de atención, ha notado una mejoría en su desarrollo a poco tiempo de haber ingresado, él se muestra más precavido, tras presentar conducta de riesgo porque no medía peligros y podía agredirse físicamente, desde los dos años.
“Aquí nos ayudan a educar a nuestros hijos, a apoyarlos y tomar las decisiones correctas en beneficio de su bienestar”, comenta.
“Por recomendación traje a mi hijo de 8 años que es de lento aprendizaje y aquí me han ayudado a ser más paciente con él y entender que esto es un proceso familiar y a él le encanta venir, siempre llega entusiasmado al salón. A veces como padres no sabemos guiar a nuestros hijos y aquí nos enseñan a hacerlo” añadió Alejandra Navarrete, usuaria.
Por su parte, Irma Susana O ‘Brian Covarrubias, psicóloga con 26 años de antigüedad, a cargo del área de Psicopedagogía en el Centro de Educación Especial, recomienda observar a los menores para detectar los trastornos para la adecuada y oportuna atención.
Cabe mencionar que, mientas una valoración psicológica cuesta alrededor de 3 mil pesos en la Iniciativa Privada, en DIF tiene un costo de 150 pesos, el servicio es de calidad y está abierta a la población en general. Se cobra una cuota de 20 pesos de inscripción y 40 pesos por terapia al mes.
