La justicia de Escocia desestimó la demanda del parlamento británico para forzar al primer ministro Boris Johnson a solicitar una prórroga del Brexit para evitar una salida de la Unión Europea sin acuerdo, el próximo 31 de octubre.
El Tribunal de Sesiones de Edimburgo rechazó la solicitud, al considerar innecesario forzar al primer ministro británico a acatar una ley que lo obliga a pedir otro aplazamiento del Brexit a falta de un acuerdo con la UE, que le pide modificar sus propuestas.
La decisión de la Justicia escocesa favorece al Gobierno de Johnson, quien recientemente habló con los presidentes de Francia, Finlandia, Holanda, Portugal, Dinamarca, Suecia y Polonia.
La semana pasada, Johnson pidió a sus 27 socios que hicieran concesiones para llegar a un acuerdo y si no había acuerdo retiraría a su país de la Unión Europea el 31 de octubre de forma abrupta.
El parlamento británico aprobó en septiembre una ley que le impone pedir una nueva prórroga de tres meses, si no ha logrado un pacto con la UE para el próximo 19 de octubre, justo después de una cumbre europea.
Sin embargo, crece la especulación respecto a la intención de Johnson de encontrar una brecha legal para no pedir el aplazamiento del Brexit o incluso de pedir a algún país del bloque que lo vete, un temor que llegó hasta el tribunal de Edimburgo, que este martes desestimó la demanda.
El tribunal consideró que el gobierno dio “garantías inequívocas” de que acataría la ley, por lo que desestimó la demanda. “No estoy convencido de que sea necesario que el tribunal conceda las órdenes solicitadas o cualquier variante de ellas”, dijo el juez, para quien si Johnson no aplica lo estipulado resultaría “destructivo” para la “confianza mutua” entre los tribunales y los políticos.
El gobierno de Johnson aseguró en repetidas ocasiones que respetará la legislación. «Acataremos la ley y saldremos de la UE el 31 de octubre. La manera en que se logre legalmente es asunto del gobierno», subrayó este día el vocero de Downing Street, en la línea del primer ministro que asegura el país se marchará “pase lo que pase”.
Reino Unido debía haber abandonado el bloque el pasado mes de marzo. Pero ante el reiterado rechazo del Parlamento al acuerdo de salida negociado por la anterior primera ministra, Theresa May, la fecha fue aplazada dos veces, hasta este 31 de octubre.
Johnson, en el poder desde julio, quiere cambiar el punto más conflictivo del texto: cómo mantener abierta la frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la vecina República de Irlanda -miembro de la UE- para no amenazar el frágil acuerdo de paz que en 1998 puso fin a tres décadas de conflicto.
Los europeos se fijaron la fecha del viernes para evaluar la posibilidad de un acuerdo, antes de la reunión de los ministros de Asuntos Europeos el próximo 15 de octubre.
