Por: Salvador Cosío Gaona
La debilidad de nuestros dirigentes demuestra justamente ausencia de liderazgo e imposibilidad de enfrentar a Trump, pues el presidente estadounidense continúa desequilibrando las relaciones comerciales y diplomáticas con nuestro país, sus acciones han contribuido al desgaste de la de por sí débil imagen del Presidente Enrique Peña Nieto y nuestro presidente, no ha acertado la manera de enfrentar las injurias a la nación y ha consentido ofensas y amenazas a la soberanía nacional y en lugar de responder enérgicamente, por el contrario, busca evadir la situación y se desquita con quien hace públicas las noticias y no con los causantes.
El daño a la imagen de Peña es grande y sigue aumentado, ya que, ni siquiera la suspensión temporal del nuevo gasolinazo que había sido previsto para febrero y ahora quizá sea en marzo, logra disminuir el escarnio social del mandatario mexicano. Nos encontramos en el punto en que lo único que el pueblo quiere es frenar totalmente los aumentos, además de la implementación de nuevas políticas públicas encausadas a contrarrestar la presente crisis económica, así como dejar de malgastar el dinero público y acabar con la corrupción y la impunidad.
En la entrevista realizada en Nueva York, en el marco del primer viaje como titular, el Secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray Caso, se reunió con el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el portugués Antonio Guterres a fin de, “abordar las prioridades de México en la ONU, y a discutir sobre el papel de la ONU para hacer frente a los retos del contexto internacional actual». Resaltando el objetivo de la búsqueda de alianzas que necesita el Gobierno mexicano a consecuencia del contexto negativo en que se encuentra la política exterior estadounidense tras la llegada a la Casa Blanca del patán y palurdo mercader neoyorquino sicofante de la política y ahora investido como atrabiliario y fascistoide dictador llamado Donald, quien ha tomado a México y a la ONU como blancos principales en sus ultrajes recientes.
Así mismo, conforme a información oficial de la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE), Videgaray también llevó a cabo reuniones con miembros de la Sociedad de las Américas (AS) y el Consejo de las Américas (COA) con la intención que establecer diálogo referente a las relaciones entre México y Los Estados Unidos de América.
Lo que llama la atención es el mensaje de Videgaray al decir: «Veo la voluntad de llegar a acuerdos. Eso no quiere decir que estemos de acuerdo en todos los temas. Es público y notorio que tenemos diferencias, pero tenemos más coincidencias. Es evidente que tenemos diferencias públicas y notorias con el Gobierno de Estados Unidos, pero tenemos más coincidencias, y sobre todo es una relación estratégica fundamental para ambas naciones», pues a ciencia cierta, no se entiende si representa una sátira a lo acontecido, una actitud cobarde o haya sido con la intención de suavizar el ambiente hostil existente entre ambas naciones.
Aunque algunos medios insisten en que el sentido del mensaje del canciller mexicano, fue solo una estrategia de éste, establecida en colaboración con ‘su amigo’ Jared Kushner el yerno y asesor más cercano de Trump, para moderar la tensión generada entre ambas naciones por la cancelación de la cita ya agendada entre el magnate y Peña Nieto, contemplada para el pasado 31 de enero, misma que fue suspendida debido al comportamiento arrogante y vejatorio del mandatario norteamericano hacia México y los mexicanos.
Y es que, las acciones efectuadas, tomadas muy a la ligera por Donald Trump, ponen en aprietos constantemente incluso a sus colaboradores, sobre todo los que lidian con el manejo de las relaciones internacionales, pues en cuanto tiene ganas de tomar su cuenta personal de twitter e insultar o despotricar contra lo que se le venga en gana, los diplomáticos de la Secretaría de Estado, a cargo de Rex Tillerson, deben intervenir prontamente y corregir o calmar los efectos del disparate del mandatario.
Ejemplos tenemos muchos, ahí están las controversiales llamadas telefónicas con el Presidente Enrique Peña Nieto y con el Primer Ministro de Australia Malcolm Turnbull. Diversas fuentes periodísticas como la Associated Press (AP), la Agencia Reuters y la periodista Dolia Estévez de CNN, señalan que el tal Trump mantuvo un diálogo muy ríspido con Peña, al punto de amenazar con mandar tropas estadounidenses a México debido, según Trump, a la incompetencia del ejército mexicano para atrapar crimínales; referente a la plática que tuvo con el Premier Australiano, igualmente tensa, donde Trump acusó a Australia de estar gestionando el ingreso de delincuentes terroristas y en la que de manera anti diplomática y soberbia, cortó la comunicación.
En ambas situaciones, los gobiernos se aceleraron por procurar desmentir lo acontecido, sin embargo, el mismo Trump, cínicamente, indicó que considera adecuada su actuación que tuvo al decir “que es la nueva norma en la Casa Blanca” y que “no piensa bajar el “tono duro” de las conversaciones con sus homólogos, le pese a quien le pese» enfatizando al decir: “Créanme, cuando oyen hablar de las llamadas telefónicas duras que estoy teniendo, no se preocupen. No se preocupen. Prácticamente, todos y cada uno de los países del mundo se han aprovechado de nosotros, pero eso no va a seguir sucediendo. El mundo tiene problemas, pero vamos a arreglarlos, ¿de acuerdo? Eso es lo que yo hago, arreglo cosas”.
Los términos de la conversación y las contradicciones en que incurrieron los funcionarios de ambos gobiernos, más la altanería con la que el propio Trump vocifera el ser ‘duro’, ha redundado en una avalancha de señalamiento social y periodístico contra Peña Nieto, culpándole por permitir ese tipo de insultos que ofenden al país y vulneran la soberanía nacional, por lo que, existe una fuerte demanda de líderes políticos y sociales para hacer pública la controversial conversación, que por ser oficial debió ser grabada y es de interés público.
La inquietud y el repudio a la actitud de Trump, por querer ser quien tiene la última palabra, decidir todo, y por pretender, (según los jerarcas de países integrantes de la Unión Europea (UE), cuyo Consejo encabeza Donald Tusk y la ONU a cargo de Antonio Guterrez), la destrucción de la UE, el debilitamiento de la ONU y de todas las instituciones multilaterales, pues, ellos mismos dicen estorbarle a su propósito impositivo y pro hegemonista en extremo que tiene el mandatario norteamericano.
Peña sigue perdiendo
El Presidente Peña Nieto, que cuenta con la aceptación de tan solo un siete por ciento de los mexicanos, ha perdido el terreno que pudo haber ganado al disminuir el rechazo social en su contra por la crisis socioeconómica de la que el pueblo lo culpa, tras el altercado que tuvo con Trump, que propició un sentimiento de nacionalismo en pro de México. Pero aunque exista un fuerte sentimiento anti Trump, la comunidad todavía rechaza las medidas del gobierno federal mexicano a cargo de Peña. Tal vez el alivio de Peña sea que el comportamiento de Trump esté provocando que, a menos de 15 días de iniciar su mandato, se hable sobre renuncia forzada o impeachment, tema comentado, tanto por Republicanos, como por Demócratas.
Sin embargo, el tema en México es que, a pesar de que se cumple la promesa de aplazar temporalmente ‘por razones técnicas’ el segundo gasolinazo del año, que había sido previsto para estos días de febrero y aún no se sabe para cuándo se hará efectivo, la crisis gubernamental continúa, pues ahora nuestros dirigentes luchan incansablemente por arremeter contra Dolia Estévez o Reuters, la AP o todo aquel que evidencie o difunda las conversaciones entre Trump y Peña, donde se exhibe la poca valentía de nuestro presidente Peña Nieto para enfrentar al presidente de los Estados Unidos de América , por lo que resulta preponderante e impostergable el transparentar ese tema.
Las atrocidades generadas por el patán de Donald Trump y sus ataques irracionales contra todo lo que le parece mal, han logrado en tan solo quince días, tener al mundo unido, pero en su contra, pues en su larga lista de países a los que ha ofendido o atacado se encuentra: México, país al que desde su campaña, no ha dejado de tildarlo con las peores ofensas y que ahora como presidente ha efectuado acciones para lograr desestabilizarlo tanto económicamente como sociopolíticamente; Donal Trump, también arremetió contra 7 países musulmanes a los cuales, mediante un decreto, les imposibilitó el ingreso a Norteamérica, afectando inclusive a aquellas personas que ya cuentan con la residencia permanente.
Además, no podemos dejar de mencionar, la pelea que tuvo con el primer ministro australiano, la crítica hacía la premier alemana y el presidente francés; igual como, embistió a China y Corea del Norte, sumando a esto, las consecuencias de su osadía al cuestionar y reprochar las políticas que actualmente privilegian a los 28 países que conforman la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lo cual derivó en que también estén ya en su contra.
En México, la llamada telefónica que sostuvieron ambos mandatarios, en la cual trascendió según distintos medios, un ultimátum del xenófobo Trump al blandengue presidente Enrique Peña Nieto, en cuanto a enviar tropas estadounidenses a nuestro país, lo que representa, de ser cierta esa información, un grave insulto y una terrible violación a la soberanía nacional, similar a lo que en épocas antiguas hicieron tropas y gobierno de su país, al entrar y arrestar a quienes no sufraguen sus propósitos e intereses comerciales.
Distintos medios de comunicación difundieron la noticia de las conversaciones de Trump con el presidente Peña y con el primer ministro australiano Malcolm Turnbull, apoyados de reportes de autoridades de alta jerarquía que filtraron las transcripciones de las comunicaciones. Trump le expresó al dirigente australiano que el convenio realizado con la administración de Obama orientado a permitir el ingreso de más de mil refugiados que en este momento se encuentran en Australia, era «el peor acuerdo del mundo» y relató su conversación con Turnbull como «la peor llamada por lejos» entre todas las que efectuó ese día a distintos dirigentes.
Según los reportes, en la llamada con Peña Nieto, Trump dijo que México «no ha hecho un buen trabajo» eliminando a sus «bad hombres». Un artículo de la agencia de noticias Associated Press, afirmó que Trump amenazó con enviar tropas a México, información que no se pudo confirmar mediante otros medios de comunicación y que el gobierno de México negó.
Los informes de sus conversaciones discrepan severamente con las versiones oficiales de la Casa Blanca, que representan una imagen estéril de líderes abrazando una «duradera fortaleza y cercanía» de las relaciones entre sus naciones y discutiendo intereses comunes. Conforme a la información vertida por medios estadounidenses -que hay que decirlo, Trump ha descalificado hasta el cansancio-, lo cierto es indiscutiblemente diferente, pues, las famosas llamadas de Trump, están «dejando pálidos» a quienes deambulan por la Casa Blanca. La conversación con Turnbull fue más cercana a la versión filtrada que al comunicado oficial de la Casa Blanca, pues un tuit de Trump condenando el acuerdo sobre refugiados con Australia pareció confirmarlo.
En su libro de 1987, «El arte de vender», Trump explica cuáles son las claves que él ve en una buena negociación. Una de ellas es ser amable, pero «defenderse con todo» si crees que te están tratando de manera injusta. Otra es nunca mostrar debilidad. «Lo peor que puedes hacer al negociar es mostrarte desesperado», escribió. «Eso hace que tu contraparte huela la sangre, y entonces estás muerto». Donald Trump, el anti diplomático, parece estar aplicando esas máximas a sus interacciones globales, sin importar quien se encuentra al otro lado del teléfono.
La transcripción filtrada referente a la llamada con Peña, no registra ninguna respuesta del presidente mexicano. No podemos conocer la reacción o respuesta del mandatario mexicano. Y la ausencia de registro no es algo que podemos considerar como mera casualidad. Pues, cuando se dan a difunden a través del Departamento de Estado, de Justicia o por la propia Casa Blanca transcripciones de discursos, llamadas, conferencias o declaraciones, suelen ser estenográficas, es decir, incluyen hasta el más mínimo detalle que pudiera, ni los suspiros de los interlocutores se escapan. En tanto, sorprende que el mismo día que se difunde esta “transcripción”, la embajada de Estados Unidos en México notifica nuevos criterios para el otorgamiento y renovación de visas, es decir, el departamento consular del Departamento de Estado informa sobre las nuevas directrices para elevar los filtros y dificultar la obtención de visas. Lo que desde luego puede ser una coincidencia.
Sumando a esto, el dictado de reglas que permite a sus grupos paramilitares encargados de patrullar fronteras y aduanas de su país, escudriñar el uso y contenido de aparatos digitales personales de comunicación, confiriéndoles poder incluso para decomisar o al menos retener ilimitadamente dicha propiedad privada, que es además un medio de almacén de datos y esquema de comunicaciones y seguridad integral de personas, aunado a la restricción del otorgamiento de visas en trámite para visitantes, propagando el pánico por el incremento de los elementos humanos y equipo o animales con adiestramiento persecutorio a fin de inhibir la inmigración irregular, sosteniendo la amenaza de imponer altos aranceles a las remesas de dólares que envían a sus familias en México millones de mexicanos que habitan en el país vecino del norte, así como, a las empresas que importan productos y materias primas desde México u otras naciones, además de, sancionar a las industrias de su país que invierten fuera de su territorio acrecentando el impuesto y cargas para sus productos.
Por todo eso, sabemos que una transcripción de este tipo, no se traspapela así como así, debió existir una estrategia precisa y una filtración intencionada para entregarla a una periodista con vínculos incuestionables mediante una “prestigiada” agencia internacional, para darle solidez y sustento.
Y aunque la cancillería mexicana a cargo de Luis Videgaray (quien presume ser muy allegado de los cercanos de Trump), haga todo lo posible por rebatir tal información, el golpe ha sido dado y su objetivo de debilitar la ya disminuida imagen del presidente mexicano Enrique Peña Nieto se ha conseguido. Incluso, ha crecido el recelo y la inquietud frente al gigante amenazador y peligroso. ¿Provocar miedo? ¿infundir temor en el adversario? Lo escribe el propio Trump en su libro de 1987. “Me gusta provocar a mis adversarios. Para ver cómo reaccionan; si son débiles, los aplasto y si son fuertes, negocio”.
A todo amenaza
No únicamente a los mandatarios o a las empresas automotrices ha amenazado Trump, pues también ha embestido en contra de las universidades. Es el más reciente caso, la Universidad de California (Berkeley), la cuarta institución académica más importante del mundo, de acuerdo a la clasificación de Shangái.
Las decisiones tomadas por el cada vez más empoderado gobernante con ínfulas de grandeza, ponen en riesgo el equilibrio interno de las instituciones que poseen las ramas del poder público en su país, pues se ve amenazada la ecuación de derechos y obligaciones que define a un Estado constitucional, el cual, además, es una federación, puesto que, la batalla de tweets con el vicegobernador Newsom de California, a consecuencia de los serios reproches contra el mandatario en Berkeley, habiendo relacionado con ellas al gobierno californiano y respondiendo con la amenaza de eliminar el dinero público federal a la Universidad de California.
El presidente estadunidense, insinuó un posible corte en el financiamiento federal que recibe la institución “si no permite la libertad de expresión y ejerce violencia sobre personas inocentes”.
Ello, debido a que la Universidad de California suspendió una conferencia que impartiría Milo Yinnopoulos, un joven ultraderechista de origen griego, editor de la web Breitbart News, que dirigía Steve Bannon, actual jefe de estrategia de Donald Trump. La conferencia fue cancelada, ya que las protestas contra Yinnopoulos se tornaron violentas cuando manifestantes prendieron fuego a diversos objetos y dañaron las instalaciones. En ese contexto, la policía pidió a las personas que se encontraban en el campus que se guarecieran y se pusieran a salvo, mientras ordenaba a los manifestantes que se retiraran.
Los decretos de Trump están confrontando a toda la Unión Americana. El alcalde de San Francisco, Ed Lee, comunicó hace algunos días que la ciudad californiana ha efectuado una demanda contra Donald Trump, por su decisión de quitar los fondos federales a las «ciudades santuarios», que protegían de la repatriación a los indocumentados. Recordemos que la semana pasada, Trump firmó un decreto a fin de suprimir los fondos federales a las ciudades que se rehúsen a facilitar a las autoridades federales información sobre el estatus migratorio de las personas que detienen, entre las que se incluyen San Francisco, Los Ángeles, Chicago y Nueva York, entre otras. Pues, desde la campaña electoral, Trump señalaba que se iría con todo contra estas urbes y entidades, llamadas «ciudades santuarios», cifradas en unas 300 en todo el país.
La demanda, que simboliza la primera respuesta judicial a la medida firmada por Trump, explica que tal decreto infringe la Décima Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, la cual asegura que los poderes no conferidos al Gobierno federal deben recaer sobre los propios estados.
Trump firmó el mencionado decreto el día 25 de enero en el marco de una ceremonia celebrada en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), en la que signó esa medida a la par del decreto en el que destina financiamiento federal para emprender la edificación del muro fronterizo con México, con la intención de detener el ingreso de personas indocumentadas.
El problema es esencialmente la incertidumbre sobre el futuro de todas las naciones. El lado positivo es que, frente a las arbitrariedades que ha cometido el presidente estadounidense Donald Trump en apenas sus primeros días como gobernante, la justicia ha buscado hacerse presente hasta en su propio país. Por ejemplo, una corte federal refutó la solicitud del Departamento de Justicia de restablecer el veto firmado por Donald Trump a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, requiriendo a las partes mostrar mayores argumentos.
Un mensaje en la cuenta de Twitter de la Fiscalía General de Washington, reveló que el recurso presentado por la Casa Blanca ante un tribunal de apelaciones para levantar el veto de un juez contra la medida, ha sido negado. En un documento presentado ante la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito, con sede en San Francisco (California), Trump y su gabinete habían apelado formalmente la decisión judicial que ha inhabilitado transitoriamente el polémico decreto, lo que ha abierto de nuevo las puertas del país a millones de inmigrantes y refugiados. La negativa del alto tribunal a restablecer el veto de inmediato, simboliza que la batalla legal seguirá al menos unos días más.
En respuesta a la restricción del ingreso de visitantes de países que en forma caprichosa y unilateral considera un peligro, los afectados recurrieron a jueces, mismos que los han protegido al recoger el reclamo con todo y las vociferaciones del tal Trump, quien además de ofenderlos y amagarlos, ha interpuesto medidas legales ante las supremas autoridades judiciales como La Corte Suprema, que tras resolverse a favor de las acciones proteccionistas de víctimas, arremete contra las más altas autoridades del poder Judicial de su País, tal y como lo había hecho con anterioridad al insultar a funcionarios internacionales y gobernantes. Pero, tan grave es el infamar y enfrentarse a gobiernos de otras naciones, como lo es también, pretender se genere escarnio a los Jueces de la Corte Suprema de su propio país, al tildarlos como traicioneros a su patria por no dejarlo hacer su voluntad.
En tanto, hay otros lugares en el mundo que rechazan al polémico presidente estadounidense. Existe un manifiesto que exige al gobierno británico cancelar la visita de Estado del presidente Donald Trump, documento que alcanzó casi dos millones de firmas, en plena disputa por sus medidas contra refugiados e inmigrantes. “La bien documentada misoginia y vulgaridad de Donald Trump lo descalifica para ser recibido por su Majestad o el príncipe de Gales», afirma la petición. No obstante, el gobierno británico señaló que la visita no se cancela, a pesar del rechazo de los firmantes y cuantiosos políticos, incluidos los de ideología conservadora, que se muestran indignados por su decreto que prohíbe la entrada a Estados Unidos de refugiados e inmigrantes de siete países musulmanes. «Extendimos la invitación. Fue aceptada», fue la escueta respuesta pronunciada por un vocero de la primera ministra Theresa May, primera mandataria extranjera recibida por Trump, en un momento ideal, pues Londres busca acuerdos comerciales para sustituir su relación con la Unión Europea tras decidir abandonarla.
Aun no hay fecha para la visita de Trump, pero se contempla para junio-julio, sin embargo, los firmantes al menos pretenden descienda la categoría de la visita, pues, los invitados a una visita de Estado son huéspedes de la reina en el palacio de Buckingham durante dos noches y disfrutan del mayor despliegue protocolario. El Mall, la avenida que conduce al palacio, se adorna con grandes banderas del país del mandatario, que llega en carroza acompañado de la reina. El último mandatario en disfrutar de tal honor fue el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
Mientras tanto, de Londres a Nueva York, pasando por Berlín y París, miles de personas manifestaron de nuevo contra el veto migratorio de Donald Trump. La manifestación más importante fue la de Londres, donde se reunieron aproximadamente 15 mil personas. Los manifestantes se congregaron al pie de la embajada de Estados Unidos, respondiendo a la solicitud de varias organizaciones antirracistas, pacifistas u opuestas a las medidas del xenófobo.
Sumado al decreto que prohíbe la entrada a Estados Unidos de los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, mismo que fue congelado por un juez federal, los organizadores declararon que existe «complicidad» entre la primera ministra conservadora Theresa May y el republicano Trump. May invitó a Trump a una visita de Estado a Reino Unido en 2017. Más de 1.9 millones de personas firmaron una petición en línea para que ese evento disminuya al rango de simple visita, con el objetivo de evitarle a la reina la «vergüenza» de tener que reunirse con él como manda el protocolo. También, en Berlín y París, alrededor de dos mil personas se reunieron a protestar contra el decreto anti inmigración.
En la capital alemana, el punto de encuentro fue la puerta de Brandeburgo, donde también se encuentra la embajada de Estados Unidos. Unos manifestantes exponían el último número del semanario “Der Spiegel”, que tenía en la portada un dibujo de Donald Trump con la cabeza decapitada de la estatua de la Libertad en una mano y un cuchillo en la otra, imagen que ya le dio la vuelta al mundo.
Además, hubo cientos de personas que desfilaron con el bonete rosa, el cual representa uno de los símbolos de la oposición contra el presidente estadounidense, manifestándose en Washington, donde caminaron tranquilamente desde la Casa Blanca hasta el Congreso.
En Nueva York, donde las manifestaciones anti Trump son casi diarias, unas cinco mil personas integrantes de colectivos lésbico-gays se manifestaron en «solidaridad» con las comunidades atacadas por el nuevo presidente. Es la primera vez desde la llegada al poder del magnate, el 20 de enero, que la comunidad gay neoyorquina, apoyada por varias personalidades políticas locales, organiza una gran manifestación anti Trump.
Otra protesta más ocurrió en West Palm Beach, en Florida, cerca de la residencia de Mar-a-Lago, denominada también como la «Casa Blanca de invierno» del presidente, donde Trump pasó el fin de semana con su familia y celebró una tradicional gala. Alrededor de tres mil personas como mínimo, caminaron desde el centro de West Palm Beach, hacia el club Mar-a-Lago, proclamando «No es mi presidente».
Igualmente, en Texas, unas 600 personas protestaron contra Trump la tarde del sábado y se incrementó el domingo. Los manifestantes circularon por las calles de Houston hacia las instalaciones en que se llevaron a cabo las festividades del Super Bowl 51.
La diligencia simboliza una de diferentes demostraciones contra el mandatario en todo el país y significó el segundo día de protestas consecutivas en la “Ciudad Espacial”, durante la celebración del evento deportivo más importante del vecino país.
Estamos siendo espectadores de algo que parece estar a punto de consolidar la coalición de muchos millones de ciudadanos estadounidenses que piden la remoción del presidente Trump, además de alcanzar el respaldo de instituciones y gobiernos de muchas naciones.
Anteriormente, en la época del Presidente George W. Bush, se vivió un escenario algo similar, una especie de «Presidencia Imperial», ya que la actitud del mandatario era constantemente proclive a rebasar sus límites constitucionales, sin embargo aquellos ejemplos de autoritarismo en tiempos de Bush, caracterizados por una fuerte concentración de poder en el Ejecutivo a su cargo, ahora parecen intrascendentes frente a la actual presidencia porfiada y propasada de tan solo poco más de dos semanas, que junto con una serie de decretos, el fantoche lenguaraz quiere imponer su voluntad por encima de leyes y tratados, ya sea en el ámbito Estado-sociedad, como en el de su nación y el resto del mundo, o tratándose de vida y libertad de las personas, la inmigración y las relaciones internacionales incluido el comercio.
En resumidas cuentas, no son únicamente Australia, a cuyo Premier insultó y hasta la comunicación telefónica cortó de golpe, China a la que amenazó con guerra comercial, Irán contra quien al igual que otras naciones con raíz musulmana ha declarado guerra fría que comienza a enardecer y México, pues como se ha dicho, Trump también desafía a California, el estado más poderoso de la unión, que por sí mismo es ya la quinta economía del mundo, además que, igualmente ataca incansablemente a los medios y los periodistas a quienes reclama no darle la razón y que a cambio, publiquen críticas y cuestionen sus inadecuados actos de gobierno que laceran y al mismo tiempo deterioran su incipiente administración, lo que empieza a dar forma a una gran ola de desconcierto e inconformidad global que ascenderá hasta crear movimientos populares con respaldo de instituciones públicas y privadas incluso internacionales que, tras el obvio hartazgo, traten de frenar la disipada actitud del peligroso personaje capaz de accionar botones y provocar caos mundial como Donald Trump.
No se equivocaba Facundo Cabral al decir: ‘Los pendejos son muy peligrosos porque son muchos y hasta eligen presidentes’, y además del arrepentimiento de muchos que votaron por el anárquico personaje aprendiz de político que ahora se sumarían a frenar su atrabiliarismo, se presenta una especie de animadversión constante que casi representa una útil conjuración que puede provocar mezcla de voluntades para unificar esfuerzos en miras de liberar a la humanidad de semejante badulaque que amenaza con engendrar caos global.
Trump actúa como dicen en el barrio: ‘a tontas y a locas’ , pero justifica todas estas anomalías institucionales con la idéntica escenografía de su campaña, e invocando un mandato electoral y una mayoría que en realidad no ha obtenido, según su superministro sin cartera Stephen Bannon, «la prensa es el partido de oposición que debería cerrar la boca», una verdadera definición del régimen anárquico que personifica el tal Trump es que no puede haber democracia con prensa crítica. Mejor hay que decirle: no puede haber gobierno decente sin freno y la prensa es un gran auxilio del pueblo para desnudar y frenar actos oligárquicos.
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