Por: Salvador Cosío Gaona
En relación a la salida de Videgaray de la SHCP hay diversas consideraciones y aquí comparto algunas hipótesis:
La hipótesis más generalizada sobre la renuncia de Luis Videgaray Caso a su cargo de Titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), es el que dicho personaje se desgastó en demasía por los polémicos o mejor dicho, pésimos resultados obtenidos por el Poder Ejecutivo Federal mexicano en materia de política económica. Esta hipótesis se basa en los señalamientos por la inadecuada estrategia financiera, inadecuado manejo del gasto público incluyendo subejercicio y el indebido regateo o retraso en la entrega de los recursos públicos federados correspondientes por haber sido aprobado su ministración a las entidades federativas y a los municipios, además de bloqueos al flujo ordinario de pago a proveedores de bienes y servicios, tanto a los que obtuvieron contratos directos con la administración pública federal como a quienes operan en asuntos de interacción federal con autoridades locales, además de la forma inadecuada de instrumentar y operar las acciones impositivas de tributación fiscal, persiguiendo denodadamente a los causantes cautivos, flagelando con parcialidad a ciertos contribuyentes en tanto se dieron facilidades o incluso exenciones de impuestos a otros privilegiados, operando discrecionalmente en forma ilegal.
La acusación directa a Videgaray es que además de no haberse logrado el crecimiento económico necesario y que fue ofertado por Peña desde que era candidato presidencial, las reformas estructurales de las que el hoy extitular de la SHCP fue principal diseñador y operador estratégico, fueron un fracaso y además del estancamiento económico se incrementó el índice de pobreza entre los mexicanos, con el consecuente aporte al aumento de criminalidad por el insuficiente desarrollo, escaso aumento en nivel de empleo remunerado y nulo avance en la calidad de vida de los mexicanos.
Según esta idea extendida como la causal de la remoción de Videgaray por su fallida actuación en el manejo apropiado de las obligaciones, atribuciones y facultades de la SHCP, la gota que colmó el jarrón fue el haber sido el autor de la absurda ocurrencia de convencer a Peña Nieto a fin que de forma indigna haya emitido la atroz invitación al palurdo y Patán mercader neoyorquino sicofante de la política llamado Donald Trump, a que en su papel de candidato del Partido Republicano a La Presidencia de Los Estados Unidos de América, acudiere formalmente invitado por El Presidente de Los Estados Unidos Mexicanos a reunirse oficialmente a dialogar en La Residencia Oficial de Los Pinos, cual si ambos personajes fueren Pares, habiéndosele conferido al aspirante norteamericano un trato cual si fuere ya un Jefe de Estado y de Gobierno, ante las profusas y fuertes criticas que Peña Nieto recibió en México y desde el exterior por haber permitido a Trump venir a reiterar en nuestra patria su discurso ofensivo hacia México, volviendo a insistir en que de llegar a ganar la elección del 8 de noviembre en el vecino país del norte, construirá el famoso muro para evitar el paso de los mexicanos y además pagado por nuestros recursos, bloqueando además el flujo de remesas que envían los paisanos que habitan allende el Río Bravo, a quienes masivamente deportará, Videgaray cargó con las consecuencias negativas de dicha errática acción, entre ellas el que según algunos sondeos el lenguaraz payaso republicano incrementara sus preferencias entre el electorado estadounidense.
Pero hay otra hipótesis que asegura la salida de Videgaray de la SHCP estaba pactada con anterioridad en razón de la encomienda previamente decidida por Peña en cuanto a que su más íntimo equipero pudiera dedicarse de tiempo completo a establecer estrategia, operar y quizá incluso ser El Candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en relación a la contienda electoral a efectuarse el próximo 2017 en El Estado de México, evento clave para la definición del posible triunfo o fracaso del PRI en la elección presidencial de 2018.
Y es basada en esta hipótesis que aun pese a los graves errores y desaciertos, se marca la prevalencia de la gran influencia que sobre Peña Nieto ejercen Videgaray y su grupo de cómplices, el ex Secretario de Hacienda seguiría siendo el más poderoso personaje en el engranaje aceitado para la toma y ejercicio de las decisiones y acciones que el Presidente está desplegando para controlar y apostar a salir avante en la sucesión presidencial de cara a la elección del 2018, pues ha apuntalado a Jose Antonio Meade, al reencumbrarlo al frente del manejo de todo lo económico incluyendo la relación con los más adinerados, siendo aún importante carta como aspirante presidencial al lado de su padrino actual que es indudablemente Videgaray, que además controla al PRI a través de su incondicional el tecnócrata ‘gerente en turno’ de la dirigencia nacional priísta Enrique Ochoa Reza, quien también podría ser considerado ‘presidenciable’ al igual que su mentor Videgaray, sin descontar al actual Gobernador del Estado de México Eruviel Ávila Villegas.
Habrá que esperar la respuesta y reacción del grupo antagónico a Videgaray que encabeza el Secretario de Gobernación Miguel Angel Osorio Chong, que por ahora es el aspirante mejor posicionado entre los priístas aunque al igual que los ya citados, muy por debajo de la preferencia social que detentan Andrés Manuel López Obrador y María Margarita Zavala Gómez del Campo de Calderón Hinojosa.
A los priistas ya no les importa sostener ideologías ni que al aliarse con partidos antagónicos incurran en traición a sus principios y ante la posibilidad de, como en 2006, tener un candidato demasiado débil como lo fue en esa época Roberto Madrazo, no dudarán en otorgar el llamado ‘voto útil’ en favor de otro candidato aunque se traicione perversamente a quien el PRI postule.
En los meses subsecuentes habrá de continuar la elucubración y las patadas bajo la mesa entre los grupos políticos al seno del PRI, los afines a Osorio no querrán quizá que lleguen los del grupo de Videgaray, ello puede generar que sin escrúpulos provoquen el posible triunfo de la esposa del nefasto Felipe Calderón, negociando cualquier cosa con tal de evitar que gane la elección Andrés Manuel López Obrador, indudable puntero en cuanto a la simpatía de la mayoría de la población mexicana.
Así de turbia es ahora la forma de procurar sobrevivir de los partidos políticos.
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