Por: Salvador Cosío Gaona
En el marco de un escenario actual en el que pareciere que empieza a desinflarse la fiebre en pos de las candidaturas independientes y que se podría pensar no ha resultado el intento de consolidación de una candidatura independiente única, realmente ajena a los partidos políticos. Y cuando se siguen auto valorando como las mejores opciones, sin poder llegar a acuerdos entre sí, personajes que podrían buscar esta modalidad como medio para lograr la nominación a la silla presidencial, como podrían ser el eterno aspirante Jorge Castañeda Gutman, el Gobernador de Nuevo León Jaime Rodriguez Calderón alias ‘El Bronco’ y Pedro Ferriz de Con entre otros, surge nuevas circunstancias sobre este tema en cuanto al inminente proceso de elección presidencial.
En este contexto, es advertible que la persona elegida por algunos grupos que, aunque de diversa ideología, coinciden en una verdadera aversión hacia los partidos políticos, y que tienen el firme interés por participar electoralmente y poder llevar a cabo sus inquietudes socio políticas y socioeconómicas al margen de los partidos, podría ser el activista y académico Emilio Álvarez Icaza, quien, además, a juicio de sus promotores sería el único personaje que podría enfrentar y abatir la fortaleza que ha alcanzado Andrés Manuel López Obrador, y ser posiblemente el único aspirante apto para obtener candidatura presidencial para la elección de 2018 sin ser postulado por partidos políticos.
Álvarez Icaza fue quien hace poco efectuó la presentación del movimiento político llamado ‘Ahora o nunca’ que pretende promover a ciudadanos notables a fin de figurar en las boletas electorales rumbo a la elección federal del primer domingo de junio de 2018 y las estatales concurrentes.
A pesar de no tener gran presencia popular, Álvarez Icaza es un profesionista de 51 años de edad, Sociólogo con estudios de Doctorado en Ciencias Políticas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En su trayectoria encontramos que fue Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y Consejero en el Instituto Electoral del Distrito Federal; además, hasta el mes de agosto del año pasado fue el funcionario responsable de la operación y soporte técnico de la CIDH, órgano que vigila el cumplimiento de los derechos humanos para la Organización de Estados Americanos (OEA) y después de concluir tal cargo y regresar a México, incrementó su influencia con varias organizaciones no gubernamentales dedicadas a la defensa de los derechos humanos y la promoción de los valores democráticos.
De igual forma, Álvarez Icaza se considera por algunos politólogos, columnistas e incluso por activistas políticos anti priístas, como la persona perfecta para conducir el mencionado movimiento que, desde su presentación, refleja su intención de debilitamiento de la figura de López Obrador, pues se refirió al líder del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) sin decir su nombre, como: «un iluminado o un caudillo que lejos de resolver el problema lo va a ahondar”, pues según él y su grupo, la alternativa para levantar a México no es reemplazar a un partido político tradicional con otro, debido a que ya manifestaron su incompetencia y ser parte de la misma elite que se ha servido del país, y mucho menos es conveniente un partido emergente que llegaría de la mano de un cacique.
El movimiento ‘Ahora o nunca’ intenta capitalizar el presente hartazgo que se vive en México en relación a los partidos políticos tradicionales y los políticos emanados de ellos, por lo que, en su plataforma acentúa la necesidad de profundizar en la defensa a las personas migrantes, de aumentar la efectividad del acceso a la justicia para las víctimas de violencia, de terminar con la discriminación hacia grupos en situación de vulnerabilidad y en combatir los altos índices de pobreza que se han agravado en el país durante las últimas décadas.
Las personas que respaldan este movimiento, insisten en la inminente necesidad de proceder a fin de conseguir cambios trascendentales en la vida democrática de México con el objetivo de afianzar una verdadera transformación en la que los semblantes del desarrollo socioeconómico induzcan al país a despuntar del estancamiento crítico. Ante ello, resaltaron que: “Se trata de cambiar por completo el sistema, que los poderes funcionen en favor de la gente y no la gente trabaje para los políticos enquistados en el poder público a través de los partidos’ al tiempo que reiteró el ataque hacia quienes han gobernado a México y de quienes dijo: «han fallado y traicionado al pueblo, es su culpa que los niveles de pobreza en 2017 sean más dramáticos que los de 1992, es absurdo que 1.2 millones de personas ganan lo mismo que 72 millones de personas. El 1% gana lo mismo que el 60% de la población del país, ver el incendio de México desde la butaca no es opción. El sistema requiere una fuerte sacudida”.
Entre los miembros de este movimiento denominado ‘Ahora o nunca’ se encuentran personajes como el poeta Javier Sicilia y el analista Sergio Aguayo, mismos que anteriormente fueron de los promotores de la llamada ‘Caravana por la paz con justicia y dignidad’, la cual recorrió México visibilizando las lamentables y terribles consecuencias de la guerra contra el narcotráfico que comenzó el hoy expresidente Felipe Calderón. Su influencia es indudable en el pensamiento que enmarca al movimiento, en que se alerta sobre el peligroso incremento en los niveles de inseguridad y violencia, pese al considerable aumento de gasto público hacía ese ámbito.
Previo al proceso electoral de 2012, surgió el rumor de que Javier Sicilia sería un probable ‘aspirante ciudadano’ al igual que Alejandro Martí y ambos estarían respaldando este movimiento alternativo a las aspiraciones de López Obrador, en el que igualmente se registran académicos e intelectuales de centro izquierda de la talla de Denise Dresser, activistas de corte intelectual como Miguel Alonso Raya y otros más que tienen presencia en instituciones de investigación u organizaciones no gubernamentales que pertenecen a la corriente ideológica de centro izquierda, así como profesionistas y comunicadores no identificados abiertamente con estructuras partidistas, algunos de afinidad ideológica de centro derecha.
Para las elecciones presidenciales de 2018 en México se admitirá la participación de candidatos independientes, sin embargo, para contender de esa forma se requiere que el aspirante reúna 80 mil firmas en todo el país y entregarlas al Instituto Nacional Electoral (INE) para su validación, lo cual, dependiendo del punto de vista con que se analice, esto puede representar una carga muy pesada o algo totalmente fácil de alcanzar, esto según los apoyos reales con que se cuente para la movilización. En este sentido, la percepción que se tiene es que este nuevo movimiento tiene la posibilidad de alcanzar el objetivo y postular dentro del marco de la ley a Álvarez Icaza, que no obstante de basar teóricamente su plataforma en la no participación de políticos y de partidos tradicionales, puede conseguir gran apoyo de aquellos que pretenden hacer todo lo posible a fin de impedir que gane López Obrador, personaje que avanza acumulando progresivamente el respaldo social y conjuntamente también de personas que desde espacios de acción política o emprendimiento socioeconómico, históricamente han sido sus difamadores, alcanzando ya en muchos ámbitos comunitarios la percepción de la verdadera posibilidad que el tabasqueño tiene de triunfar en lo que sería su tercer intento por ser Presidente de México y quien probablemente también deba pensar que es ‘Ahora o nunca’.
El Senador Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta es el Coordinador del Grupo Parlamentario del PRD y es un conocido y polémico político, oriundo del poblado llamado Sebastián Zinacatepec, en el estado de Puebla, donde nació el 30 de septiembre de 1959, tiene amplia militancia en su partido que lo postuló al Senado para el sexenio actual 2012-2018 propiciando de esta manera fuera encumbrado para ser electo Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara Alta para el Periodo anual 2014-2015, habiendo sido antes ya Diputado federal en la LVIII legislatura (2000-2003), tras haber sido Presidente estatal de su partido en Puebla y fungiendo como Consejero Nacional entre los años 1998 al 2000.
Conjuntamente con su trayectoria política al interior de su partido y su labor legislativa, existe un tema que marca la vida del Senador Barbosa, pues en noviembre de 2013 sufrió un severo problema de salud que puso en peligro su vida, ya que, debido a la diabetes que padece, una infección en el pie derecho se intensificó al grado de causarle una infección generalizada que derivó en la amputación de la extremidad, logrando salir de ello y posterior a tan lamentable situación, volvió a sus actividades políticas y legislativas a inicios de 2014. Sin embargo, a partir de lo acontecido, ha realizado labores propensas a generar acciones legales y administrativas enfocadas al mayor fomento en México de la cultura de la prevención y atención de las enfermedades graves que afectan a la población, fundamentalmente la diabetes y que el Estado mexicano consagre más recursos y esfuerzos a ello.
Miguel Barbosa ha iniciado un movimiento enfocado a que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) o al menos muchos líderes o militantes del mismo, apoyen a Andrés Manuel López Obrador, Presidente Nacional del Partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), lo cual ya provocó diversas reacciones importantes, entre las cuales podemos mencionar que originó agitación al seno del PRD que inicie con la cesantía del cargo dirigencial que ostenta Barbosa en el Senado de la República y su potencial destitución de ese instituto político, que hasta la fecha se ha declarado mediante sus líderes formales y morales superiores en pro de la aspiración presidencial de otros personajes, principalmente el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México Miguel Ángel Mancera Espinoza, aunque parece no es militante del PRD sino que fue postulado a su cargo por dicho partido en calidad de candidato externo.
Adicional a su declaración de apoyo a López Obrador y a pesar de ser militante activo y ocupar el significativo cargo que ostenta en el Senado sin dimitir del PRD, ha manifestado que intentará muchos otros perredistas se sumen, Barbosa Huerta denunció una estrategia de golpeteo para tratar de amainar la popularidad que ha coptado Lopez Obrador y que esta campaña o guerra sucia contra el tabasqueño es orquestada por actores políticos a incitación del Poder federal central y acusó a gobernadores emanados tanto del Partido Revolucionario Institucional (PRI) como del Partido Acción Nacional (PAN) y les tildo de inmorales, aduciendo que dichos mandatarios estatales tricolores y blanquiazules no tienen la autoridad moral y política para realizar los señalamientos con los que buscan dañar al líder de MORENA, a quien, al igual que muchos millones de mexicanos, ve como el más factible personaje para ser electo Presidente de la República en la elección del domingo 3 de junio de 2018.
El aún coordinador perredista en la Cámara Alta, fue enfático al afirmar que los gobernadores priistas y panistas que son obedientes y atendiendo las indicaciones del grupo gobernante que encabezan el Presidente Enrique Peña Nieto y el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, están operando abiertamente en contra del tabasqueño reiterado aspirante presidencial, tienen corroborado que si hoy fueran las elecciones el ganador sería precisamente López Obrador al igual que lo tiene claro la también aspirante a la candidatura presidencial por el PAN Margarita Zavala, quien, dice Barbosa, cuando se jacta que ella es la única que le podría ganar a Andrés Manuel López Obrador, es porque al igual que los mandatarios panistas y priístas integrados en la cofradía contra el famoso ‘Peje’ lo ven desde ahora como el casi seguro ganador en los comicios presidenciales del 2018. Afirmó que los gobernadores emanados del PRI y del PAN han obedecido línea del régimen priísta y ya “cerraron filas” para evitar a toda costa que el dirigente de MORENA se convierta en el próximo Presidente de México, señalando que esto ya representa una abierta concertación desde el centro del Poder federal, orquestada como guerra sucia con el cometido de atravesársele a López Obrador.
Barbosa fue miembro del grupo de ‘Los Chuchos’ creado por Jesús Ortega y Jesús Zambrano, pero se alejó de ellos después de criticar duramente el denominado ‘Pacto por México’ y actualmente delimitó un claro apartamiento de esos líderes perredistas al anunciar: “He tomado la decisión de apoyar a Andrés Manuel López Obrador rumbo al 2018. Esa es una decisión que ya tomé y no estoy pensando en incorporarme a Morena, pero yo la posición que tengo es llamar al PRD a que precise, rumbo al 2018, su apoyo a López Obrador”.
Ante tales declaraciones, la secretaria General del PRD Beatriz Mojica, emplazó al coordinador senatorial de su partido a llevar su propuesta ante los órganos formales del partido del sol azteca y dijo: “El llamado de Miguel Barbosa está absolutamente fuera de lugar. Ninguna decisión ha sido tomada. Todas las opiniones se tendrán que tomar en cuenta en su momento y tendrá que ser una determinación del Consejo Nacional quien defina cómo habremos de ir en el 2018”.
A la fecha son ya 5 los senadores del PRD que han resuelto apoyar a López Obrador, entre ellos tenemos a: César Augusto López, de Tabasco, quien solicitó licencia para encabezar a MORENA en esa entidad, aunque su suplente, Manuel Merino, se pasó a la bancada del Partido del Trabajo (PT); Mario Delgado Carrillo, Senador por la Ciudad de México; Rabindranath Salazar Solorio de Morelos y Zoé Robledo Aburto de Chiapas, quienes incluso renunciaron a su partido y la Senadora por Tlaxcala Lorena Cuéllar Cisneros, quien indicó que no desertaba de las filas perredistas, pero, que respaldaba al presidente nacional de MORENA.
En este contexto, Miguel Barbosa ha reiterado que no renunciará al PRD, a menos que ese su aún partido decida sumarse a una alianza en la que esté el PAN, además de otros partidos, en lo que considera sería una alianza en contra de los principios de su partido. Afirmó que solo en caso que su aún partido el PRD, apoye en los comicios de 2018 al PAN, saldrá de su partido. Barbosa utilizó la más reciente reunión de su grupo parlamentario que aún coordina para comunicar a sus compañeros legisladores perredistas que procurará que el PRD se agregue al proyecto de López Obrador, debido a que en la disputa por la Presidencia de la República únicamente existirán dos contendientes, el tabasqueño y el candidato del sistema, y les señaló el riesgo de que ese sea un panista, expresando: “Yo no estaría en un partido que fuera parte de la estrategia del PAN», en relación a una posible alianza PRD-PAN y se deslindó del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México Miguel Ángel Mancera, de quien mencionó: «lo sigo viendo capaz, talentoso, pero no desarrolló una fuerza en busca de la candidatura a la Presidencia de la República; tiene mi cariño, mi afecto, mi amistad, mi reconocimiento”.
Tal como se esperaba, la decisión y acciones del Senador Barbosa están causando un cisma al interior de su partido, ha generado tanto el que muchos perredistas se animen abiertamente a manifestarse a favor del líder de MORENA ‘saliendo del closet’ en razón de ser un deseo antes encubierto, sin dejar de advertir que ya también hay manifestaciones en contra de Barbosa y de que el PRD se sume al líder tabasqueño y están pidiendo la separación del cargo dirigencial que aún ostenta el Senador Barbosa como ‘Pastor’ de los legisladores perredistas en La Camara de Senadores y su expulsión del PRD.
La elucubración mayor es en el sentido que serán muchos los liderazgos perredistas en muchos estados del país, los que decidan insistir en que el PRD no haga una alianza con el PAN y a cambio, aún siendo algo que pudiere ser visto como incongruente ante las críticas que durante meses antes le endilgaron a López Obrador, ahora sea lo más conveniente concertar con el ex perredista y también antes dirigente nacional del sol azteca, que fue ya dos ocasiones candidato presidencial y a quien ahora le auguran posibilidades de éxito tras no haber obtenido el triunfo que se dice le robaron en 2006 y del que estuvo cerca en 2012. El escenario es que pueda darse una desbandada de perredistas hacia MORENA, partido que fundó Lopez Obrador hace menos de dos años al abandonar al PRD tras los desacuerdos con ‘los chuchos’ y que contrario a los augurios de esa tribu perredista, que señalaba fracasaría, ha logrado consolidarse como una gran fuerza política nacional que como instituto político tiene según las encuestas un posicionamiento tal, qué lo ubica en el segundo lugar en las preferencias electorales, aunque su líder es indiscutible puntero en el handicap presidencial.
No puede dejarse de advertir que también hay un escenario que marca una posible desbandada de militantes de otros partidos que buscarían incorporarse al proyecto político de López Obrador sin integrarse a su partido, como también se advierte que ciudadanos sin militancia partidista lo seguirán haciendo, sumándose en apoyo. Ello sin duda acrecentará la guerra en contra del tabasqueño y el asunto es que logre superarla y llegar al final de la carrera, lo que no se ha dado así en 2006 ni en 2012.
Lo cierto es que las circunstancias rumbo a la elección federal de 2018 se muestran diversas a las de hace 6 y 12 años, ya que hay ahora una sociedad de decepcionada y harta de los partidos políticos tradicionales. A la vez, los que históricamente han obtenido mayor votación y se han permitido la alternancia en el poder, que son PAN y PRI, además que la otra opción alternativa tradicional que es el PRD, está desgastada y genera por situación natural un cambio de actitud en muchos de los otrora detractores de López Obrador que ahora parecen estar dispuestos a darle el beneficio de la duda a Andrés Manuel y su partido para dejarlo llegar a gobernar, además que se ha incentivado en varios segmentos de población el respaldo hacia López Obrador y la exhortativa que buscan permee en cuanto a que es bajo o nulo el riesgo que representa el famoso ‘peje’ y amplió la posibilidad en cuanto a prohijarle la oportunidad de mostrar la capacidad personal y tanto la eficiencia como la utilidad de sus propuestas de política pública, para incentivar el desarrollo socioeconómico de México.
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