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Desazolve #DESCONTROLeINSEGURIDAD

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Por: Salvador Cosío Gaona

Tal parece que en vez de Control de Confianza es Descontrol e Inseguridad, ya que el índice de criminalidad se ha acentuado. Lo más grave de todo es la creciente información acerca de la infiltración del hampa en las fuerzas del orden.

La sociedad reclama, sin duda, que haya firmeza en las acciones de la Procuraduría General de La República (PGR) y La Fiscalía General del Estado de Jalisco (FGEJ)  en contra de la recurrente incidencia de mandos medios y superiores, así como en cuanto a elementos en general de corporaciones policíacas que se han coludido con la delincuencia organizada.

La información que se otorgó oficialmente y señala la detención por fuerzas federales del subjefe de la policía de Puerto Vallarta y otros mandos y elementos policiacos presuntamente integrantes del hampa, obligan precisamente a que se adviertan esas acciones dotadas de firmeza y legalidad a cargo de la PGR y la FGEJ, recordando que se ha dicho formalmente que la captura de esos elementos policiales tiene que ver con un proceso debidamente encauzado ante autoridades judiciales federales que otorgaron la potestad de actuación a la PGR para actuar a través de la Subprocuradoría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) y la Agencia de Investigación Criminal (AIC), a efecto de llevar adelante órdenes de cateo en busca de elementos de vinculación delictiva relativos a la carpeta de investigación inherente a la desaparición forzada y posterior brutal asesinato de agentes federales.

Es menester exigir que al igual que se dispuso en el municipio de Tlaquepaque la semana pasada, también en Puerto Vallarta se desarme e intervenga  a la corporación policial a fin de deslindar responsabilidades y sancionar responsables, siendo necesario que las autoridades estatales y federales deban asumir el control y atención de la seguridad pública, además que se lleven a cabo arraigos para investigación y posible procesamiento a todos los funcionarios y  elementos que se presuma puedan estar vinculados a crímenes.

Es de exigir también que se aplique el debido proceso protegiendo a la sociedad, además de revisar la posible responsabilidad de las autoridades municipales y de todos loa funcionarios, mandos y elementos que hayan estado vinculados a la operación policial.

Con la referencia de ya demasiados casos de incidencia de presumible o probada colusión con el Hampa de elementos de las corporaciones de seguridad, es de reiterar la urgente necesidad de revisar el diseño, aplicación y fallas del esquema y procedimiento de Control de Confianza, sea por inutilidad o inviabilidad, o por incapacidad, negligencia y corrupción, sin dejar de advertir que en este mecanismo hay intervención de instancias federales como la Secretaría de Gobernación y su Comisión Nacional de Seguridad, además del Sistema Nacional de Seguridad Pública(SNSP) sin que escape la participación de las instancias estatales de control de la operatividad y eficacia de las corporaciones locales de seguridad pública.

El Control de Confianza es una asignatura pendiente de aprobación, más lo cierto es que resulta evidente que el tema de la apropiada acción pública en pos de garantizar seguridad a la sociedad es en sí mismo una actividad prioritaria de las autoridades en la que han fallado prácticamente  todas las instancias y quien sufre las consecuencias es el pueblo, que está a merced de la criminalidad del hampa, ya infiltrada hasta el tuétano en las instituciones.

Ojalá que tras la acción de la FGJE en Tlaquepaque haya claridad y proceso sancionador y que derivado de la actuación de la PGR en Vallarta haya medidas eficaces inmediatas que garanticen la seguridad y tranquilidad de quienes habitan y visitan el más bello puerto del Pacífico mexicano y no quede en simples detenciones y sin ahondar en lo que resulte necesario.

Urge una revisión a fondo del esquema de Control de Confianza y su aplicación, además de un eficaz sistema de Honor y Justicia, apoyando y honrando a los muchos buenos elementos en las fuerzas de seguridad e identificando para separar y sancionar severamente a los que han caído en las garras del crimen organizado, dando dedicado seguimiento a los que son removidos de las Policías y fuerzas armadas, pues de haber descontrol al respecto seguirán enrolándose en otros cuerpos públicos y privados de seguridad o simplemente delinquiendo aun habiendo sido separados de funciones policiales. Urge recuperar la confianza social hacia las instituciones y las fuerza del orden.

@salvadorcosio1
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