Por: Salvador Cosío Gaona
Poco sirvió a México que al recibirlo con demasiada contemplación, se contribuyere a que el actual Presidente del vecino país del norte ganara la elección al obtener imagen anticipada de triunfador y merecedor de trato privilegiado cual Jefe de Estado, cuando aún era candidato con intención de voto a su favor más baja que su contrincante la Señora Hillary Rodham-Clinton. Así como de no mucho ha sido provechosa para la nación la presunta estrecha amistad del actual titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) Luis Videgaray Caso con Jared Kushner, el yerno preferido y principal asesor del Jefe de Estado y de Gobierno del norteño país vecino, pues los ataques de Donald Trump a México y a los mexicanos se siguen suscitando.
Días previos a la reunión programada para el pasado 31 de enero con el Presidente Enrique Peña Nieto en la Casa Blanca de la ciudad de Washington, Distrito Central de Columbia, Peña decidió no asistir, pues la actitud salvaje y el comportamiento ofensivo y soez del mandatario norteamericano que ignoraba absolutamente los principios más básicos de las buenas relaciones entre países y con sus nacionales, al instruir para que se iniciara la gestión requerida para construir el tan mencionado muro fronterizo y seguir alardeando con que México lo pagará, así como, al enviar miles de efectivos, perros y robots aumentando la persecución de mexicanos en la frontera y por ordenar comenzar con el trámite para derogar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), lesionando el escenario solidario y provocando desaparecieran las condiciones ideales para desahogar la agenda del evento, dejando al presidente de México sin más opción que cancelar abruptamente en medio de una gran discusión social y diplomática.
A pesar de no estar muy convencido Peña con suspender la reunión, recibió buen respaldo nacional en cuanto a denostar las bravuconadas del fatuo y lenguaraz personaje que, sin duda es el Presidente estadounidense más desprestigiado. Sin embargo, el pueblo mexicano continúa objetando a Peña, demandando respuestas y acciones adecuadas de su administración debido a la crisis económica y de seguridad que se vive en México.
La cadena estadounidense CNN presentó una reseña sobre una conversación posterior a dicha cancelación que sostuvieron vía telefónica el presidente Enrique Peña Nieto y Donald Trump. De tal reseña, se subraya el comentario del locuaz mandatario de Estados Unidos que dice: «Ustedes tienen algunos hombres muy duros en México con los que pueden necesitar ayuda. Estamos dispuestos a ayudar con esa gran liga, pero ellos tienen que ser noqueados y usted no ha hecho un buen trabajo para noquearlos». Según CNN, Trump ofreció apoyar a Peña Nieto en la lucha contra los cárteles de la droga. Así mismo, indica el canal que, se dilucida con esto, que Trump considera enviar tropas a la frontera de una manera ruda.
Además de lo que dice CNN, existe un informe publicado por la agencia informativa Asociated Press (AP) que señala que el presidente estadounidense amenazó con enviar tropas para detener a los delincuentes en México, es decir, para detener a los «bad hombres», a menos que el ejército mexicano haga un mayor esfuerzo para detenerlos. Ante ello, ningún gobierno admite detalles de tal conversación.
Conforme lo expuesto por AP, los detalles de la llamada se conocen por el testimonio de una persona que habló con la condición de permanecer en el anonimato, pues la administración estadounidense no hizo públicos los detalles de la conversación. Igualmente, un relato de la periodista Dolia Estévez describe el trato de Trump como humillante hacia Peña Nieto, en una conversación muy retadora entre ambos mandatarios.
Por otro lado, un despacho de la Agencia Reuters decía que funcionarios militares estadounidenses se reunieron con una delegación mexicana en la ciudad de Tapachula, a fin de debatir iniciativas de seguridad. Según Reuters: Lori Robinson, Jefe del Comando Norte de Estados Unidos y Kurt Tidd, jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, asistieron a la sesión, dijeron dos personas familiarizadas con el asunto. Las fuentes también hablaron bajo condición de anonimato para que pudieran discutir la reunión.
Fue de las primeras reuniones entabladas entre funcionarios estadounidenses y mexicanos desde que Donald Trump, asumió la presidencia. El mandatario norteamericano ha amenazado con retrasar años de cooperación entre los dos países vecinos, mediante, una retórica divisiva sobre el comercio y la seguridad; se indica que las conversaciones giraron en torno al compromiso de México de asegurar su frontera sur para evitar los delincuentes y los inmigrantes ilegales. Reuters dijo que también asistió la embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson.
Más allá del debate sobre la veracidad de tal información, es bien sabido que el tal Donald Trump intenta gobernar por impulsos, por caprichos, buscando ventaja o recompensa personal y a través de decretos sin sustento, como si hubiera sido elegido dictador y no presidente. Lo que no se puede cuestionar es que, según se ha venido señalando por fuentes periodísticas aparentemente bien enteradas, el tema es grave y debe investigarse. Las conversaciones son oficiales y como deben grabarse, son susceptibles de transparentar y por salud pública deben ser aclaradas como lo solicitan legisladores, líderes políticos y sociales, así como la sociedad en general.
Donald Trump ha provocado ya bastantes problemas tanto en las relaciones diplomáticas, como en la política comercial, la situación es tensa, factiblemente más que en los últimos 70 años, pues existe riesgo de que detone en guerras mercantiles, lo cual se estuvo evitando durante la Gran Recesión; el impacto “América primero” impulsado por el payaso lenguaraz aprendiz de gobernante ya repercute duramente en el sistema comercial internacional.
Insistentemente Trump ha acentuado que: “De hoy en adelante, una nueva visión va a gobernar nuestro país. Desde este momento se va a imponer el “América primero”. Cada decisión en materia de comercio, impuestos, inmigración o relaciones internacionales, se tomará para beneficiar a los trabajadores y las familias estadounidenses”. El nuevo secretario de Comercio Wilbur Ross, recibió la orden de usar todos los dispositivos necesarios para poner fin a los abusos comerciales, el retroceso comercial estadounidense manifiesta únicamente el acato a esa ordenanza. Justificándose en pro de un cambio, Trump ha defendido sus disposiciones, las cuales han sido admitidas entre las élites financieras. Pues a la par que Trump efectuaba su giro proteccionista, el índice Dow Jones de la Bolsa de Nueva York conseguía por primera vez en la historia los 20.000 puntos.
La hipótesis de beneficios concedidos a las compañías se ha afianzado a causa de la disminución de impuestos, el plan de inversión en infraestructuras y una relajación de la regulación, lo cual ha atraído a los inversores a la Bolsa. Aun así, el impacto negativo es inminente, pues, las medidas proteccionistas producirán un incremento en la inflación, que a la vez propiciará que las empresas adquieran la capacidad de fijar precios.
Impulsar la integración económica mediante acuerdos comerciales multilaterales, con el compromiso de promover valores universales, como estrategia frente al imperialismo, ha sido de los primordiales mecanismos de política exterior de los Estados Unidos de América desde fines de la Segunda Guerra Mundial; así como contribuir con organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), superado la doctrina del aislacionismo de James Monroe; es por eso, que el proteccionismo sobrentendido en “América primero” causa tanta expectación hacía el futuro de las relaciones comerciales internacionales.
La retirada de Estados Unidos del liderazgo comercial multilateral deja un espacio descubierto, listo para que otros países lo cubran, y ya está ocurriendo, pues China principalmente, junto con otros países, como Japón, India y África, apuestan por la apertura comercial a fin de modernizar sus economías, así entonces, la abdicación al liderazgo afectará a las empresas americanas.
El enfoque comercial que tiene el vecino país del norte, es de cierta forma lo único que explica las arremetidas de Trump hacía el proyecto de integración europea, pues según parece, en este nuevo orden global, los acuerdos comerciales incumplen las reglas multilaterales, en este contexto, lo que importa al negociar es el tamaño de las economías. La Unión Europea (UE) es quien posee la capacidad de retar a Estados Unidos; posiblemente eso revele porqué Trump no se ha enfrentado a China que es quizá «la economía más proteccionista del mundo” y tampoco a Canadá, el otro integrante del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), No así con México, que es sin duda el “enemigo comercial más débil” contra quien arremete más fuertemente.
Por contradictorio que parezca, fue el presidente de China, Xi Jinping, quien encumbró en el Foro Económico Mundial de Davos, la bandera de la globalización y el libre comercio.
Sin embargo, China no puede reemplazar a Los Estados Unidos de América, ya que su sistema de garantías es aún deficiente y su apertura comercial muy limitada. A pesar de ello, China formalizó un acuerdo comercial denominado Asociación Integral Económica Regional (RCEP, por sus siglas en inglés) con el propósito de confrontar al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP); con el que está dispuesto a contender, pero sólo a nivel regional.
En los últimos meses de 2016, el comercio mundial registró un ascenso que manifestaba la recuperación de la economía global. El volumen de los intercambios comerciales progresaba a ritmos del 3% en noviembre, lo que ubicaba la tasa de incremento de 2016 en 1%, según datos de la Oficina de Estadísticas de Holanda y del CIC. Ante ello, la pregunta preponderante es, si el nuevo gobierno estadounidense trozará esa recuperación. Pues hay que ser conscientes que “medidas unilaterales de un país invitarán a adoptar medidas multilaterales de otros”.
La supremacía industrial y los grandes márgenes de utilidad, son derivados del valor agregado a los avances tecnológicos, pues, un estudio reciente del Centro de Investigación Automotriz, el tanque de pensamiento de la industria que se encuentra en Ann Arbor, Michigan, expuso que un aumento de 10% promedio en el empleo de una armadora afiliada a las estadounidenses, genera un aumento de 1.3% en el empleo en ese país, mientras que uno de 1.7% en las exportaciones estadounidenses, provocan aumento de 4.1% en investigación y desarrollo, debido a eso, dicho país es superior al resto del mundo.
Trump ha enfocado sus ataques comerciales a la industria automotriz, pues considera que, al re asentar las inversiones de México a Estados Unidos, el ambiente económico y laboral optimará. Sin embargo, el reporte del Centro de Investigación Automotriz contrasta pues: “El comercio no es de un solo lado, Los Estados Unidos de América están alimentando a la industria automotriz con miles de millones de dólares de materiales. En 2013, Estados Unidos tuvo un superávit comercial con México de casi siete mil millones de dólares exportando plásticos. También tuvo gran superávit en otras materias primas, incluido el acero y el aluminio”. Aún así, esos sectores resultarían dañados y repercutiría negativamente en el sector laboral a mediano y largo plazo. Ya que, el envío de ensamblaje de una futura planta de Ford en San Luis Potosí a Michigan, con la pérdida de dos mil 800 nuevos empleos durante un período de cuatro años, producirá en aquel estado que votó por Trump y por la promesa de que habría nuevas fuentes de empleo, 700 nuevos trabajos con una inversión equivalente a la cuarta parte de lo que iba a inyectar en México. Es decir, en forma mecánicamente inversa, por más que Ford subsane con su inversión el impacto del traslado de esa planta a Estados Unidos, ¿cuánto tiempo podrá sostener el costo antes de transferirle el incremento de sus gastos al consumidor?
Ford había trasladado sus plantas a México para continuar en competencia, al ser una de las empresas que más han padecido la crisis automotriz. Ante la caída de sus ventas, en septiembre del año pasado tuvo que recortar 13 mil plazas, de las cuales fueron nueve mil en Estados Unidos y el resto en México. El contraste salarial con México le permite conservar sus precios conforme al mercado doméstico, pero la coacción de Trump, perjudicará a la empresa, pues ha manipulado el tema de los salarios. El Centro de Investigación Automotriz evidenció que el ingreso de los trabajadores en las plantas armadoras en México es 5.64 dólares la hora en promedio, mientras que en Estados Unidos es de 27.78 dólares. En la cadena productiva, los abastecedores de autopartes ganan 2.47 dólares la hora en México, contra 19.65 dólares en Los Estados Unidos de América; si se consuma la reubicación de las plantas, ¿cuánto afectará el precio de cada unidad y cuánto costará un automóvil en nuestro vecino al norte? Por ejemplo, si el incremento es lineal, el costo por unidad sería cuatro veces más que en el actual, esto llevaría a Ford fuera de la competencia en el mercado.
No sabemos cuánto resistirán las armadoras de Michigan que se grave con 35% a las compañías que mantengan sus operaciones en México y exportar a ese mercado, si en realidad se consigue. Sin embargo, las ideas de Trump han afectado a la industria automotriz, que en 2010 anunciaba inversiones por más de 24 mil millones de dólares en México. ¿Cuántas de ellas serán canceladas? en este momento, casi 10% de ellas se frenaron, incluso con plantas prácticamente completas. La alarma trasciende, pues, si el irascible Trump manifiesta disposiciones desafiando a una gran comunidad internacional, ¿qué nos espera a los mexicanos?.
Si bien el gobierno federal mexicano sigue sin aceptar los errores, la corrupción y la impunidad que han redundado en la decadencia económica y sociopolítica del país, resulta benéfico el aplazamiento del nuevo incremento a las gasolinas y el diésel que se había previsto para entrar en vigor en los días iniciales de febrero; no obstante, esta buena noticia se estropea por la forma en que lo comunican, pues remiten al dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) el desgastado Enrique Ochoa Reza a ‘solicitar con toda firmeza al gobierno federal’ detenga el aumento al precio de carburantes, siendo una artimaña electorera excesivamente torpe, pues, tal decisión es logro del pueblo que, se unió para exigir frenar dicho incremento.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció la suspensión del incremento en el precio de la gasolina pero, en realidad, no hay razón para subir pues el precio del crudo referencial de Estados Unidos WTI bajó 0.83 % desde el primero de enero y el Brent cayó 2.28 % en tanto, el barril del petróleo crudo mexicano se ha venido apreciando con el automático incremento de ingresos, a la par, que reduce el impacto por importación de gasolinas desde el país vecino, sin embargo, probablemente el gobierno mexicano desestime eso y tome como parámetro principal para justificar nuevos aumentos en marzo próximo, el comportamiento reciente del tipo de cambio del peso frente al dólar y por más que nuestra moneda se haya depreciado en lo que va del año, desde el pasado 20 de enero, se ha ido recuperando y con ello disminuyendo costos de compra de combustibles pétreos a las empresas norteamericanas, lo que debería resultar en menor precio en nuestra nación.
Conforme a lo establecido por SHCP, los precios máximos regionales de las gasolinas se fijan con base en una fórmula que incluye los precios de referencia de cada combustible, los costos de transporte y distribución, los impuestos aplicables y el margen comercial para las estaciones de servicio. Ya conocemos que el 1 de enero se efectuó un aumento en los carburantes pétreos hasta en un 20.1% y según la medida dictada, los precios serían ajustados el 3 de febrero y aplicarían del 4 al 10 del mismo mes para dar pie a otra actualización el 10 de febrero aplicándose nuevos precios vigentes del 11 al 18 de febrero y partir de esa fecha se renovarían cada 24 horas, pero, con la perentoria disposición de aminorar alzas en razón del hartazgo social, tendremos que aguardar y ver qué decide Peña y su equipo para los meses siguientes.
Además de reclamar se revoque el aumento a los combustibles en enero, el pueblo continuará unido demandando no se acreciente indubitadamente más el costo en meses subsiguientes, igualmente, mantendrá su exacción a fin de transparentar el gasto público y arreglar el presupuesto para impedir el despilfarro, los altísimos salarios, las descomunales prestaciones y demás lujos costosos de los que disfruta la burocracia, mientras en el país aumenta la pobreza, exigiendo cese la corrupción y la impunidad.
Ante ello, los mexicanos requerimos la incautación de cuentas bancarias de quienes han robado el dinero del Pueblo, se explique el posible desfalco multimillonario a las llamadas empresas sociales del Estado mexicano como son PEMEX y Comisión Federal de Electricidad, se rinda cuenta de qué hicieron con el ahorro presupuestal de 190 mil millones que Peña informó hubo en 2016, además que informen sobre la aplicación de 25 mil millones de pesos que el pueblo pagó durante enero por el aumento a combustibles y declare cómo será reajustado el presupuesto en programas sociales, pues al aprobarse se calculó el ingreso por la exportación de crudo a razón de 22.5 dólares por barril y durante lo que va del año ha estado entre 45 y 50 dólares por unidad, esperando pronto saber el destino del incremento de ingresos petroleros obtenido en noviembre y diciembre de 2016 ya que, en vez de lo previsto a 22.5 dólares, estuvo entre 36 y 40 dólares por barril y eso significó al menos 55 mil millones de pesos adicionales a lo calculado.
Más allá de la necesaria unidad en defensa de México por los distintos sectores de la sociedad frente a las acciones arteras de pelafustanes como Trump, está el derecho de luchar porque amaine la crisis socioeconómica, de ahí que sea válido e imperativo procurar defensa de la patria pero sin renunciar a exigir del gobierno eficacia y respuestas, Justicia y acciones.
@salvadorcosio1
opinió[email protected]
