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Desazolve #AMARRENalPALURDO

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Por: Salvador Cosío Gaona

Fascistoide y badulaque es lo mínimo de adjetivos que merece recibir el patán y palurdo mercader neoyorquino sicofante de la política y ahora dictador llamado Donald Trump, ese locuaz y lenguaraz payaso que como Candidato del Partido Republicano recibió de los ciudadanos del vecino país del norte casi dos millones de votos populares menos que quien fuere su competidora, la abanderada del Partido Demócrata la Señora Hillary Rodham-Clinton en los comicios efectuados el pasado 8 de noviembre de 2016 y que para desdicha del mundo, conforme al injusto y peculiar sistema electoral estadounidense consiguió mayor número de votos por estado, en el llamado Colegio Electoral, y por lo tanto, aunque a casi nadie agrade es desde el pasado día 20 de enero el Presidente de Los Estados Unidos de América.

Lo cierto es que el tal Trump realiza sus actos como mandatario sin el mínimo acatamiento a las normas básicas, actuando de la manera más vetusta, siguiendo tal vez sus instintos o debido a su exigua o nula instrucción académica y formación cívica, procediendo conforme a ocurrencias o a lo que le dicta su mente trastornada, repleta de fobias que, ahora procura vivificar consumando sus alucinados sueños de volverse en una especie de reencarnación de Adolf Hitler. A tal grado llega su atrabiliarismo mesiánico que ni la Fiscal General tuvo a bien obedecerle el desfasado veto a ciudadanos de 7 países con raíces o ascendencia musulmana y prefirió ser despedida, mas se abstuvo de ser cómplice de semejante estupidez.

A menos de dos semanas de haber iniciado su mandato el tal Trump ha ejecutado acciones y comentarios tan estremecedores que pareciera que la democracia en el vecino país del norte se ha convertido en una verdadera autocracia, ya que ni las manifestaciones realizadas en varios países, la renuncia de altos funcionarios de su gobierno, las acres opiniones vertidas contra él en los principales diarios estadounidenses e internacionales y las exhortaciones de organismos internacionales y de liderazgos políticos de diversas regiones del mundo lo han hecho entrar en razón; pues, firma decretos donde al parecer cumplir sus caprichos es lo único importante.

El revuelo es generalizado, Trump causa alarma global debido a que, sus acciones no van exclusivamente en contra de México, sino que ha atacado duramente a otros países de la comunidad internacional con decisiones que incluso, trasgreden los derechos humanos y legitiman la xenofobia, la discriminación y el autoritarismo. Trump, firmó un mandato donde da instrucciones al Pentágono para que presente en un plazo de 30 días una estrategia para derrotar al grupo Estado Islámico, de igual forma, ordenó vetar o impedir el ingreso a su país a ciudadanos de varios países, limitando el ingreso a personas procedentes de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, para lo cual frenó durante 90 días la autorización de visas, hasta que se establezcan mecanismos de «escrutinio extremo». Y en el caso de los refugiados, suspende la atención de tramites de asilo por un plazo de 120 días, a excepción de Siria, para quien es de carácter permanente, posterior a lo cual se dará prioridad a refugiados de minorías religiosas, como los católicos; además, el mandatario estadounidense también dio instrucciones a fin de que se aplique un criterio de «revisión y veto extremo» posterior a que se levante dicha suspensión, lo cual repercute severamente en las relaciones multinacionales, ya que, además de burlarse del principio de tolerancia religiosa y del derecho constitucional, está provocando recelo y resentimiento hacia Estados Unidos.

Otro inconveniente originado a causa de la firma de este decreto es que, igualmente afecta a extranjeros con residencia legal, al grado que, funcionarios de la Casa Blanca recomendaron «no salir del territorio de Estados Unidos» puesto que, «nadie garantiza que se les permita volver a entrar». No obstante, se ha señalado que, en cuanto a los inmigrantes residentes provenientes de esos siete países, no se les permitirá la entrada a pesar de poseer visas temporales o de residencia permanente.

En los aeropuertos ya comenzó la algarabía, en el trascurso de unas horas, ya había forcejeos para hacer bajar de los aviones a pasajeros con rumbo a Estados Unidos, algunos otros, fueron o continúan detenidos en distintos aeropuertos norteamericanos sin saber cuál será su destino. Ante tales situaciones, las compañías aéreas tuvieron que poner la cara, por ejemplo, la holandesa KLM, tuvo que explicar a siete pasajeros, a los cuales se les impidió abordar en El Cairo rumbo a Estados Unidos que «Nos encantaría llevarlos, pero no podemos», de la misma forma en que otras compañías lo tuvieron que hacer. La medida ha causado indicios de protestas en terminales aéreas, como el aeropuerto John F. Kennedy, de Nueva York, mas Trump dice no arrepentirse de esa porfía faena y ante tales acontecimientos ha buscado defender la medida, como es común en él, mediante su cuenta personal de Twitter, donde afirma que la orden para restringir el acceso a turistas o visitantes en cualquier calidad a su país, mientras procedan de países sospechosos, se encontrará vigente hasta en tanto no haya una seguridad total para su nación. Referente a ser el causante de las complicaciones en los aeropuertos, con toda la desfachatez señala que el desconcierto que se ha presentado en distintos aeropuertos se debe al «apagón informático» que sufrió la aerolínea Delta, y no generados a consecuencia de su determinación restrictiva, recalcando que «sólo» 109 personas de un total de 325 mil visitantes posibles de restricción han sido retenidas en el marco de aplicación de esta norma.

La reacción interna e internacional ante tales arbitrariedades de Donald Trump, no se ha hecho esperar, al interior de los Estados Unidos, resuenan las voces de expertos juristas norteamericanos que concuerdan en que la ley prohíbe lo que el presidente está haciendo y él la confronta con poderes discrecionales.

El alto comisionado para Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) afirmó que la medida implementada por la nueva administración a cargo de Trump es ilegal, ineficaz y «mezquina». La taxativa política del mandatario estadounidense, está levantando una oleada de indignación en gran parte de la comunidad internacional, pues, también, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Mundial de la Migración (OIM) solicitaron al gobierno de Estados Unidos conservar «su larga tradición» de proteger a los que huyen de conflictos.

Ya son cuantiosas las voces de gobernantes de varios países que se levantan y se pronuncian a favor de que se convengan acciones conjuntas para evitar llegue a generarse un caos mundial con la ruptura del orden y la armonía entre las naciones; organizándose con la finalidad de reclamar y fortalecer, las labores correspondientes a emprender por las instancias internacionales, la Canciller alemana, Angela Merkel se manifestó en contra del veto temporal que impide la entrada a Los Estados Unidos de América a ciudadanos de varios países de mayoría musulmana. Merkel afirma que nada justifica, ni siquiera, bajo el argumento de guerra en contra del terrorismo, colocar bajo sospecha generalizada a personas según su procedencia o su religión, aunado a esto, destacó que el gobierno de Alemania «analizará ahora las consecuencias» hacía sus ciudadanos que poseen doble nacionalidad, a quienes también les afecta esta medida estadounidense.

En este contexto, Irán responde con la misma moneda, pues el ministerio de Exteriores en un comunicado, informó que, «La República Islámica de Irán, para defender los derechos de sus ciudadanos y hasta que se solucionen todas las limitaciones insultantes de Estados Unidos contra los nacionales iraníes, aplicará el principio de reciprocidad» lo cual estará vigente hasta que Washington levante la prohibición para sus conciudadanos, añadiendo que las medidas implementadas por Donald Trump, constituyen un «insulto flagrante a los musulmanes del mundo», e incitan a «la propagación de la violencia y el extremismo», añadiendo que, «a pesar de su falsa reivindicación de luchar contra el terrorismo y garantizar la seguridad del pueblo estadounidense, este movimiento será registrado en la historia como un gran regalo para los extremistas y sus partidarios».

Hasan Rohaní, presidente iraní, ya indirectamente había expresado su inconformidad acerca de las decisiones de Trump, pues señaló que nos encontramos en una era de «reconciliación y coexistencia y no de levantar muros entre países», sugiriendo reflexionar sobre el controversial muro fronterizo que Trump reclama repetidamente construir a fin de separar a Estados Unidos y México. Por lo que era de esperarse que la tensión en las relaciones entre Teherán (capital de la República Islámica de Irán) y Washington crecieran con la llegada a la presidencia del nuevo mandatario de Estados Unidos, pues, se ha mostrado también contrario al acuerdo nuclear firmado entre Irán y seis grandes potencias en julio de 2015.

Por su parte, La Casa Blanca, a pesar de haber admitido que dicha prohibición perjudica a extranjeros con residencia legal, en su intento de defensa, torpemente argumentó que “en realidad, esto comprende a un grupo pequeño de personas». Mientras tanto, en su mundo imaginario, con la justificación de «proteger a Estados Unidos», Trump manifestó que todo funciona a la perfección, pues, en un breve diálogo con periodistas, al firmar nuevos decretos en el Salón Oval, testarudamente dijo que su decreto «está siendo acatado perfectamente en todos los aeropuertos», añadiendo que: «No hay ningún problema», ignorando por completo las reacciones y a los medios de comunicación nacionales e internacionales que han evidenciado el relajo armado hasta en los aeropuertos.

La alerta ha empezado a propagarse, ya que, si el iracundo Trump ha emitido esas órdenes enfrentando a una gran comunidad internacional, no se puede dejar de advertir que es tanto como una muestra de lo que sin importarle consecuencias, puede intentar hacer en relación con los mexicanos.

En relación a México, es indispensable insistir que, conjuntamente con el conflicto causado por el afamado muro fronterizo que intenta edificar Trump, el cual pretende sea pagado por México, por ejemplo, a través de la cancelación de las visas y el aumento en los costo de las mismas a fin de financiar el muro; sumándole la decisión enfocada a la suspensión de trámites legales de inmigración en curso, así como el envío de miles de efectivos armados y personal de auxilio administrativo en apoyo de la patrulla fronteriza y de la Agencia Federal de Protección de Aduanas y Fronteras, además del posible impuesto a las remesas enviadas a México por nuestros paisanos que volvería más difícil para los mexicanos en Estados Unidos enviar dinero a nuestro país, idea que afloró durante su campaña en una carta enviada a The Washington Post, hay otro tema trascendental que es, la implacable búsqueda y el gran arrojo del presidente Trump, por revocar tratados internacionales en temas comerciales, tal es el caso del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el Tratado transpacífico de Cooperación Económica (TPP), entre otros, siendo importante recordar de qué trata cada uno.

El TPP es un acuerdo firmado el 4 de febrero de 2016 que además de convenios de índole comercial, integra cuestiones laborales, movimiento de personas, acuerdos de apertura comercial, regulación, competencia, entre otros, en el que participan 12 países: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia México, Nueva Zelanda, Perú, Vietnam y Singapur, mismo que entraría en vigor con la condición de ser ratificado por los congresos de al menos seis países toda vez que el PIB de estos sumara el 85% del total de los 12 países, cuyo plazo se vence en febrero del 2018.

Dicho tratado aborda las siguientes temáticas en sus capítulos: Acceso a Mercado de Bienes, Administración Aduanera y Facilitación del Comercio, Asuntos Legales e Institucionales, Comercio Electrónico, Comercio Transfronterizo de Servicios, Comercio y Medio Ambiente, Comercio y Trabajo, Competencia y Empresas Propiedad del Estado, Compras de gobierno, Entrada temporal, Inversión y Servicios Financieros, Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, Obstáculos Técnicos al Comercio, Propiedad Intelectual, Reglas de Origen, Remedios Comerciales, Telecomunicaciones, Textiles, Asuntos Horizontales, Pequeñas y Medianas empresas.

Algunas de las fechas significativas son: 2006 cuando Brunei, Chile, Nueva Zelanda y Singapur conforman el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, en 2008 se suman Australia, Canadá, Estados Unidos, Japón, Perú y Vietnam, en el 2010 Malasia se incorpora y en 2012 los 9 países hasta entonces integrantes admiten a México y a Canadá siendo en Diciembre de ese año cuando México se incorpora a las discusiones de la decimocuarta Ronda de Negociaciones, en 2013 se adhiere Japón, en octubre del 2015 finalizan negociaciones y se firma el 4 de febrero de 2016 y en este año 2017 deberá ser discutido en los congresos de los 12 países.

El pasado día 23 de enero el Donald Trump, firmó un mandato conducente a retirar a su país del TPP, lo cual afecta gravemente al acuerdo, ya que, a pesar de que entrará en vigor con la firma de al menos seis países, mientras sumen el 85% del Producto Interno Bruto (PIB), siguen existiendo serias dudas en cuanto a que pueda subsistir con la ausencia del vecino país al norte.

El TLCAN nació con el propósito de crear un mercado amplio y seguro para los bienes y los servicios producidos en los territorios de los países miembros (Canadá, Estados Unidos de América y México), a fin de consolidar reglas claras y de beneficio mutuo para el intercambio comercial; con el objetivo de garantizar un marco comercial predecible para la plantaciones de las actividades productivas y de la inversión, cuyo objetivo básico es establecer una zona de libre comercio entre los que lo conforman, eliminando obstáculos al comercio y facilitando la circulación transfronteriza de bienes y de servicios, así como promover condiciones de competencia leal en la zona de libre comercio y aumentar sustancialmente las oportunidades de inversión en sus territorios, de igual forma busca proteger y hacer valer, de manera adecuada y efectiva, los derechos de propiedad intelectual en territorio de cada uno de los infrascritos, además de crear procedimientos eficaces para la aplicación y cumplimiento, para su administración conjunta y para la solución de controversias, estableciendo los lineamientos para la ulterior cooperación trilateral, regional y multilateral encaminada a ampliar y mejorar los beneficios de este Tratado.

Estos tratados no son los únicos a los que pertenece México, nuestro país ha firmado según datos de la Secretaría de Economía, aproximadamente 12 Tratados de Libre Comercio firmados con 46 países. Además, 32 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones con 33 países y 9 acuerdos en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). Cada uno con su normativa propia y específica, que contemplan procedimientos en caso de cancelarse anticipadamente, para ello, se establecen mecanismos y causales de disolución o sanciones según sea el caso, debido a lo cual, se ha mencionado intensamente que no puede darse marcha atrás sin desahogar los mecanismos adecuados, por lo que resulta aberrante el siquiera concebir que el tal Trump, de forma unilateral, pueda dar por terminado un tratado sin que le implique consecuencia alguna.

Trump ha logrado causar temor a varias empresas de la industria automotriz, obligándolas a dejar tiradas sus inversiones en nuestro país; igualmente, mediante uno de sus tuits en relación a la construcción del muro, decía que, si no iba a pagar por el muro, sería mejor que no fuera, lo cual ocasionó que Enrique Peña Nieto cancelara su visita a Washington que ya había sido programada para finales de Enero, y es que, tales cometarios tan arrogantes del presidente estadounidense, quebrantan la dignidad de todo el pueblo mexicano.

En una reunión entre senadores mexicanos y el Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray realizada el martes pasado, previo al primer encuentro diplomático cara a cara con el gobierno de Trump, funcionarios del gobierno mexicano manifestaron que la principal preocupación es acerca del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TCLAN, y no el muro. El acuerdo comercial entre Canadá, México y Estados Unidos ha sido en beneficio más grande para la economía mexicana, pero Trump cree que es porque le ha quitado empleos a Estados Unidos.

Recordemos que renegociar el pacto comercial -que entró en vigor en 1994- con el fin regresar los trabajos a Estados Unidos, fue una de las promesas de campaña de Trump, ante ello, la postura de México está a favor, siempre y cuando sea bajo ciertos términos, según los Secretarios de Relaciones Exteriores y de Economía de nuestro país.

Las exportaciones a los Estados Unidos le han dado a la industria manufacturera y al empleo de México un gran impulso. El 80% de los productos manufacturados de México van a Estados Unidos, casi la mitad de ellos son automóviles. Salirse de un tratado entre los dos países podría elevar el costo de los vehículos exportados a Estados Unidos y, si les ponen impuestos a las importaciones, aumentar el costo de la producción para México, lo cual dañaría severamente a la industria automotriz de nuestro país. Según la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos, los bienes importados desde México representaron un total de 295,000 millones de dólares en 2015, un 638% más que en 1993, antes del TLCAN. El petróleo es aún buena parte del sustento de la economía mexicana y mucho de él es vendido a Estados Unidos.

Estados Unidos compró poco más de 30,000 millones de dólares en petróleo en 2016, cerca del 30% que se consume allá. Si el Departamento de Tesoro fuera a imponer una tarifa arancelaria al petróleo o algún tipo de sanción a México, podría afectar gravemente la economía de México y de paso, a los negocios de Estados Unidos que le compran petróleo a nuestro país, ya que, se verían obligados a aumentar su costo allá con cargo para ciudadanos norteamericanos. También se debe analizar que Estados Unidos aportó 139 millones de dólares a México para seguridad y asistencia para el año fiscal 2016 —y unos 2,600 millones de dólares entre 2008 y 2016—, según un informe del Servicio de Investigación del Congreso. Pero retirar la asistencia podría resultar contraproducente. Si la violencia y los carteles de la droga se vuelven más poderosos, los efectos podrían recaer sobre Estados Unidos.

La ofensiva incansable que trae este xenófobo sicofante de la política en contra de México y gran parte del mundo, ahora contempla a los diarios de The Washington Post y The New York Times, mismos que son de gran influencia en el vecino país del norte, pues a través de su cuenta de Twitter, los acusó de ´deshonestos´, en la previa, de una serie de contactos con líderes de Rusia, Japón, Alemania y Francia, Donald Trump ataca a los medios, antes que mencionar cómo han sido sus primeros días en el poder. El presidente increpó a ambos diarios por «haberse confundido (con él) desde el principio y no haber cambiado de rumbo, ni parecer hacerlo jamás. Deshonestos», escribió. El mismo contenido fue replicado en tres tuits, en los que, además, arremete contra The New York Times por «haber dicho que perdería las primarias y luego las elecciones generales. Noticias falsas».

En este contexto, ya no sorprenden las decisiones de Trump, tomadas inmediatamente al llegar a la Casa Blanca, que han suscitado incluso una de las mayores protestas en la historia de los Estados Unidos de América: «La Marcha de las Mujeres».

Las principales ciudades estadunidenses y del mundo, alzaron la voz para defender los derechos de las mujeres ante el “machismo” del actual mandatario, misma a la que Trump, sólo respondió con un tuit diciendo “por qué no votaron”. Otras tantas, que parecieran emanadas de un berrinche de un niño pequeño, pues hasta la versión en español de la página web de la Casa Blanca fue desaparecida, lo cual, simboliza un gesto bastante grave por sus implicaciones; ante ello, Sean Spicer, el portavoz presidencial, justificó esta situación diciendo que está “en construcción”, aunque, no precisó si dicha versión volverá.

Otra consecuencia la podemos observar en que California busca ser una nación independiente, como ya anteriormente se pretendía, pues, casi un tercio de los californianos apoyan el llamado #CalExit, ya que el estado demócrata no comparte los ideales del neoyorkino.

Barack Obama ha salido a escena manifestando en relación a la forma de ‘gobernar’ del fascistoide Trump, que los valores de su país «están en juego» debido al veto temporal a la entrada de inmigrantes de países musulmanes y, en el marco de la promesa que efectuó al dejar la Casa Blanca, de que continuaría resguardando sus ideales, si consideraba que su sucesor ponía en riesgo los valores americanos, por lo que, se articuló a favor de las protestas que se están produciendo en contra de la política migratoria de Trump en todo el planeta, afirmando que: «los ciudadanos están ejerciendo su derecho constitucional para que sus voces sean escuchadas, lo que se espera cuando los valores del país están en juego» y se declaró «fundamentalmente en desacuerdo con cualquier discriminación por razones religiosas».

Así las cosas, el reflejo de estos lamentables primeros días gobierno en el vecino país del norte, ha evidenciado que Donald Trump no solo tiene al alcance de la mano los códigos y botones para accionar las armas nucleares y dirigirlas a cualquier parte del orbe, sino que a base de decretos y “tuitazos” intenta gobernar, pasando aún por encima de quien tenga que pasar, a pesar de que sus acciones repercutan de manera interna en el país que dice “proteger” y aunque sus medidas desencadenen el rechazo y la tirria de millones de personas en el mundo entero.

@salvadorcosio1
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