No obstante, los señalamientos fueron desestimadas por ambos al decir que ciertamente los neoprenos incumplen con “la calidad exigida”, pero las empresas encargadas de la construcción tendrán que hacerse cargo de reemplazarlos. Dichas observaciones fueron anunciadas por Alfaro Ramirez, la víspera de que el presidente Enrique Peña Nieto visitaría la entidad para hacer una especie de inauguración a la que este miércoles, finalmente se le llamó, “inicio de pruebas operativas”, y que contó además con la develación de una placa.
Durante el acto, el titular del Ejecutivo Federal, subestimó la falla al comentar que “para eso son las pruebas, las cuales comienzan hoy, y si se presenta alguna otra, las empresas constructoras están obligadas a arreglarla, y entregar una obra con la certificación correspondiente”.
En tanto,, el polémico secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, también se curó en salud y dijo que las pruebas tienen como finalidad “comprobar que todo, materiales y equipos que integran el tren, cumplan con las especificaciones técnicas establecidas como es el caso, por cierto, de los neoprenos”. Ruiz Esparza dijo que hasta que estén concluidas las pruebas de operación totales que tomarán entre cinco y seis meses, el gobierno de Jalisco podrá poner en operación la línea.
Nadie se explica cómo es posible que el titular de la SCT esté a punto de culminar el sexenio sin haber sido removido, siendo que es uno de los funcionarios más cuestionados del gabinete en la actual administración. Nada menos en octubre pasado, tuvo una comparecencia de más de seis horas frente a los legisladores que integran el Congreso de la Unión. Los diputados, armados con pancartas y un largo listado de su deficiente desempeño, le reprocharon uno a uno los errores en que ha incurrido la Secretaría a su cargo. Incluso, le hicieron entrega de un trofeo “a la ineptitud y a la corrupción” por el Paso Exprés de Cuernavaca, donde un socavón se abrió dejando saldo de dos personas muertas. Según el análisis preliminar de la SCT, esta tragedia se registró por el colapso de un drenaje viejo que pasaba por debajo de la vía, el cual no se renovó.
También en las parcatas se leían frases como: “Ruiz Esparza eres un traidor a la patria». «Secretario del Socavón» y «Eres responsable de mil muertes por año en este sexenio». Los legisladores también cuestionaron al secretario de Comunicaciones sobre sus supuestos nexos con el Grupo Higa y la empresa OHL, inmiscuidas en la investigación periodística de La Casa Blanca.
Lo llamaron también “el constructor de las carreteras de la impunidad” debido a que con su irresponsabilidad logró el surgimiento de las autodefensas carreteras. “La corrupción también mata”, le señaló un legislador morenista, palabras a las cuales se sumaron otros diputados al exigirle una disculpa al pueblo de México por todos los daños provocados a su paso por la SCT.
Se le criticó también de cínico por defender la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco; y por pretender mantener un gran negocio transexenal en el cual participa, le dijeron, junto a Peña Nieto, Carlos Slim, los Hank, sus amigos, socios y cómplices, para llevarlo a cabo utilizando el dinero de los impuestos de los mexicanos, de los ahorros de las Afores, y generando deuda.
Entre las obras fallidas del sexenio y señaladas por aglutinar malas planeaciones, pésimas resoluciones y el registro de corrupción y deshonestidad de mayor envergadura se cuentan: el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, el tren México-Toluca y el México-Querétaro que terminó por ser cancelada.
Ruiz Esparza acumula una serie de desaciertos que una y otra vez lo han colocado en el “ojo del huracán”; acusaciones de corrupción y de conflicto de interés, así como denuncias legales se encuentran en su haber. Los escándalos se han detonado principalmente por la relación que tiene con empresas contratadas –o descartadas– para proyectos públicos, pero también por errores en obras y hasta por comentarios polémicos.
Personas cercanas a la administración del presidente Enrique Peña Nieto –como Aristóteles Núñez, ex jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT)—, han exigido la salida del secretario, pero inexplicablemente terminará el sexenio junto con el presidente Peña que lo ha sostenido contra viento y marea.
Ambos repartieron sonrisas y pretendieron exhibir satisfacción ante los representantes de los medios de comunicación a los cuales convocaron para posar ante sus cámaras y regalarles la imagen de la develación de la placa conmemorativa. Se subieron a los vagones del tren y realizaron el circuito del que alguna vez el propio Peña exaltó como uno de los cinco proyectos más relevantes de su sexenio. Así, ante la imposibilidad de inaugurar la obra terminada, Enrique Peña se tuvo que conformar con pasearse en el tren y develar una placa por “el inicio de las pruebas operativas” .
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