LOS ERRORES DE PEÑA QUE “DERRUMBARÁN” LA REFORMA EDUCATIVA
Por: Salvador Cosío Gaona
El presidente Enrique Peña Nieto incurrió en errores severos en el proceso de construir, cabildear, socializar y concretar la Reforma Educativa, el principal, que no tomó en cuenta a los docentes, actores que debieron ser considerados protagónicos, pero que no fueron convocados al diálogo, a la concertación, y su opinión no fue tomada en cuenta, vamos, ni escuchada siquiera.
Los maestros han calificado la Reforma como un instrumento de persecución y castigo hacia ellos, la ven como una imposición sustentada en “una injusta campaña de desprestigio a los maestros, que atentó contra los derechos laborales y por si fuera poco tampoco tuvo efectos positivos en el aprovechamiento de los alumnos, según las evaluaciones internas y externas, post reforma”.
Esta polémica Reforma que el Ejecutivo federal destaca como uno de los cambios estructurales más importantes de su administración en el ámbito educativo y que presume como motivo de orgullo de los mexicanos, tiene las horas contadas después del anuncio que por separado pronunciaran ya en repetidas ocasiones el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, la Maestra Elba Esther Gordillo, el senador Martí Batres y el propio Esteban Moctezuma, próximo secretario de Educación. Todos ellos han hablado de que “será cancelada”, “será derogada”, “se ha derrumbado”, “se echará abajo”.
Otro de los yerros que enlistan los maestros es la pretensión de estandarizar los procesos de evaluación, al considerar que las condiciones son complejas en cada región, ciudad o estado, indican que la Reforma no toma en cuenta la diversidad étnica, cultural, ni tampoco la realidad social y económica del país, algo que Peña y sus asesores no contemplaron en su iniciativa.
Hace un par de días, el columnista de Excélsior, Carlos Ornelas, reprodujo en su colaboración una carta del Dr. Javier C. Ruiz, inspector general de escuelas secundarias de Jalisco, en la que refiere los haberes y débitos de la Reforma Educativa; que aquí me permito replicar:
El supervisor destaca que la Reforma Educativa tiene haberes: la realización de los Consejos Técnicos Escolares; los exámenes de admisión para ingreso, promoción y permanencia; el apoyo de las ATP (asesores técnico-pedagógicos) en las supervisiones escolares, la disminución de contenidos en educación secundaria y la creación de autonomía curricular.
Luego marca los débitos que, desde su perspectiva, padece la reforma. Aquí agrega interpretaciones a su descripción: las tutorías para los nuevos docentes no funcionan; los exámenes de admisión se manejan sin transparencia; los ascensos de ATP, subdirectores y directores, dejan a los grupos sin atención durante dos o más años; los puestos de directivos no se cubren oportunamente; los contratos de los docentes son de trato injusto y vergonzoso, de 15-30-60 días; los pagos se efectúan fuera de tiempo y desubicados; el pago de un docente supernumerario por hora, disminuye en 40%; la contratación de los nuevos docentes se efectúa sin planeación ni organización, en lugares inadecuados; no funcionan las plataformas para la actualización de directores y docentes; los puestos de funcionarios educativos son un reparto del botín del gobierno en turno; los docentes universitarios que ingresan con el examen de oposición no reciben ninguna capacitación pedagógica. Apunta deficiencias en la formación continua, no hay diagnósticos efectivos y veraces, la reforma no se ha evaluado en las aulas y escuelas de Jalisco ni los docentes fueron invitados a la elaboración del diagnóstico estatal. Lo más grave, apunta, es que en nueve secundarias de su zona hay mil 317 horas vacantes sin cubrir”.
Este escrito, conciso pero que coloca los puntos sobre las íes, resulta fundamental para ser tomado en cuenta por aquellos que ya preparan la nueva iniciativa y se encuentra en etapa de revalorización del magisterio nacional, miembros de Morena, encabezados por el senador Martí Batres, quienes ya han tomado bajo su tutela la tarea de “enderezar” la Reforma, comenzando por el fundamento jurídico que deberán revisar y modificar en la Cámara alta, no sin antes escuchar los planteamientos de los docentes, padres de familia y autoridades estatales y federales, como lo prometió el propio AMLO.
Ahora bien, el presidente Peña Nieto ha defendido la reforma educativa, señalando que acabó con esquemas como la compra y venta de plazas de maestros, una de las tantas acciones por las que se ha criticado a Elba Esther Gordillo durante su extremadamente larga permanencia como lideresa del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), y que todo apunta retomará ese anhelado sitio de privilegio una vez que abandonó la prisión domiciliaria y fue absuelta de todos los cargos por los que fue detenida y encarcelada en 2013, es decir, delincuencia organizada y lavado de dinero.
La maestra, quien reprochó haber sido presa política por expresar su rechazo y oposición a que se concretara la Reforma Educativa en defensa de los maestros, ha recuperado su libertad en medio de un presunto entendimiento con el presidente saliente, que de igual forma apunta a ser político, y que se habría pactado bajo los términos de no entorpecer el proceso para concretar la Reforma. Ya podremos observar en los próximos días los alcances del poder que pudo haber recuperado Gordillo Morales, si retoma su lugar como líder del SNTE y si será tomada en cuenta y en qué medida para la elaboración y redacción de la nueva Reforma.
Esteban Moctezuma, quien atinadamente ha sido pre designado por López Obrador como Secretario de Educación, aseguró que en la nueva Reforma se defenderá y protegerá a los maestros, pese a que continuarán las evaluaciones a los docentes.
En tanto, un sector importante de los maestros que se han opuesto a la Reforma aseguran que no le temen a las pruebas, están conscientes de que es parte del avance en la calidad de la educación, su rechazo es a la cacería de brujas, a ser satanizados y señalados, pero principalmente reprochan que en lugar de capacitarlos, de prepararlos, de acompañarlos en el proceso, de inmediato se condicione su trabajo y su permanencia como maestros atentando contra su estabilidad laboral.
Como ya decíamos, la Reforma de Peña tiene contadas las horas. Ahora toca ser optimistas y confiar en que bajo la supervisión del presidente electo, los maestros gocen de mayor estabilidad, seguridad y confianza para desempeñar el complejo trabajo que llevan a cuestas diariamente, pensando en que mientras ellos estén bien emocionalmente, su rendimiento será mejor y se reflejará en la calidad de la Educación que a final de cuentas es el mismo camino al que se pretendía llegar con la Reforma Educativa, pero modificando las formas.
@salvadorcosio1
