El odio es un sentimiento que no sólo te hace daño a ti, sino a toda la gente con la que convives. La realidad es que te puede llegar a frustrar tanto que termines con un carácter muy amargo y no podrás vivir en plenitud.
Es verdad que duele terminar una relación y si hubo faltas de respeto o violencia, ese dolor es mayor; pero ¿para qué odiar? Nada vas a resolver con eso. Dale la vuelta a la hoja con estos simples consejos:
1.- Respira profundo y medita sobre la relación y lo que es mejor para ti, trata de curar tu alma, para que sientas menos dolor en el corazón.
2.- No pienses en lo que perdiste, manten tu mente en todo lo que ganaste y ganarás al estar sola y formar de nueva cuenta tu vida.
3.- Si tienen hijos y tu expareja no te da dinero o no los ve es muy molesto, tanto para ti como para los pequeños, pero honestamente ¿quién pierde más? Los niños se dan cuenta de todo.
4.- Se escucha muy fuerte, pero honra la relación que tuvieron porque todos los pensamientos positivos y las buenas acciones son un especie de bumerang que avientas al cosmos y volverá a ti cargado de buena energía.