Arma el bolso, la cartera o el maletín, deja lista la ropa que usarás, asegúrate de tener la batería del teléfono cargada y, lo más importante, no te olvides de programar el despertador. Haz todas estas cosas la noche anterior, así cuando te despiertas, te alistas más rápido.
A la mañana
No caigas en la tentación de programar la alarma del despertador para que suene cada cinco minutos. No se puede retrasar lo inevitable, y esos cinco o diez minutos en la cama harán que debas apurarte más después. Por eso, cuando suene el despertador, ¡levántate!
Haz una lista de tareas
Tener un plan para el resto del día te ayudará a mantenerte enfocado. Existen miles de distracciones durante el día. Por eso, una lista logrará que no pierdas de vista las cosas importantes. Recuerda ordenar la lista según las prioridades y no temas dejar las cosas menos urgentes para el final.
Ordena tus prioridades
Si tienes demasiadas cosas que hacer, es importante que comprendas las prioridades. Atiende primero las cosas importantes y deja para después las que tengan menos urgencia. Una reunión planeada con meses de anticipación no se puede cancelar, pero sí puedes hacer las compras por la noche. Prueba marcando el nivel de urgencia con distintos colores (por ejemplo, rojo, amarillo y verde) y no te salgas del plan.
Ponte objetivos claros
Planificar a largo plazo es distinto. Si quieres hacer algo que requiera un poco más de compromiso -como perder peso, quizás, o aprender un nuevo idioma-, entonces debe ponerte pequeñas metas claras. Mantenerse enfocado puede ser difícil; por eso, no dejes de premiarte cada vez que logras un objetivo. Y recuerda, no pierdas de vida el objetivo final.
Saca provecho de tu smartphone
Vives perdiendo tiempo haciendo cosas improductivas con tu celular. No olvides que los smartphones también son una herramienta fantástica para organizarse. Aprovecha la app de calendario y las de planificación y, la próxima vez que quieras descargar una aplicación, escoge una app para aprender algo nuevo en lugar de un juego.
Haz planes a largo plazo
Si tus planes diarios dan resultados, ¿no crees que puedes mejorar tu planificación? Olvídate del día a día y apunta a la planificación semanal, incluso mensual. Verás que tener una rutina nos ayuda a mantenernos mejor organizados.
