El ex presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, fue sentenciado a 15 años de prisión por desfalcos de fondos públicos, el cuarto gobernante de este país asiático en ser encarcelado por delitos de corrupción.
Además de Lee, han sido condenados Chun Doo-hwan y los conservadores Roh Tae-woo y Park Geun-hye.
Un tribunal de Seúl senteció este viernes al expresidente surcoreano Lee a 15 años de prisión y una multa de 13 mil millones de wones (11.5 millones de dólares) bajo múltiples cargos de corrupción, reportó la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
En el juicio, transmitido en vivo por televisión, el tribunal dictaminó que Lee, de 76 años de edad, es el propietario de facto de la empresa de su hermano, DAS, una firma de piezas de automóviles que se encuentra en el centro del escándalo.
El tribunal señaló que Lee ordenó a los empleados de DAS crear fondos secretos y cometer otras irregularidades involucrando a la firma. El exmandatario ha sido sospechoso, durante mucho tiempo, de ser el verdadero propietario de la firma.
El expresidente fue imputado en abril bajo 16 cargos, incluidos soborno, malversación y abuso de poder. La fiscalía demandó 20 años de prisión contra Lee.
El tribunal también encontró culpable al expresidente de aceptar 5.85 millones de dólares en gastos judiciales de Samsung Electronics Co., pagados, aparentemente, en su nombre para una demanda en Estados Unidos en la que DAS estaba involucrada.
El tribunal reconoció que Samsung pagó el anticipo por Lee, para solicitar clemencia en un juicio de evasión de impuestos contra el presidente del Grupo Samsung, Lee Kun-hee, e indultar, consecuentemente, al ejecutivo.
De los 35 mil millones de wones (31.1 millones de dólares) que la fiscalía afirma fueron malversados por el expresidente, el tribunal solo reconoció 24 mil millones de wones (21.3 millones de dólares) citando la falta de evidencias.
Lee no compareció en la audiencia de este viernes en protesta contra la decisión del tribunal, por permitir la transmisión televisiva en directo del juicio.
Lee es el cuarto expresidente surcoreano condenado a prisión tras Chun Doo-hwan -que lideró la última junta militar hasta 1987- y los también conservadores Roh Tae-woo y Park Geun-hye, depuesta de su cargo en 2017 debido a su implicación en un sonado escándalo de corrupción.
