La ciudad de Oakland, California, está haciendo un último esfuerzo en pos de mantener la franquicia de Raiders, de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL por sus siglas en inglés), y hoy dio a conocer un plan para construir un nuevo estadio para el equipo.
La alcaldesa de la ciudad de Oakland, Libby Schaaf, envió hoy una carta a la directiva de la Liga, en la cual revela detalles de los inversionistas que tomarán parte en el proyecto para construir un estadio de 55 mil asientos con un costo de mil 300 millones de dólares.
El estadio, que ocuparía el mismo lugar que tiene ahora el Coliseo de Oakland, estaría destinado únicamente a la práctica de futbol americano, al contrario de la actual sede de los Corsarios, quienes la comparten con el club de las Grandes Ligas de beisbol, Atléticos.
De acuerdo con la misiva de Schaaf, el principal inversionista sería el fondo Fortress Management Group, con alrededor de 600 millones de dólares en el proyecto, en tanto que la ciudad aportaría 200 millones más y el equipo tendría que desembolsar los otros 500 millones para construir el nuevo inmueble.
La intención de la directiva de los «malosos», encabezada por Mark Davis, es mudar al equipo a Las Vegas, Nevada, en un estadio de una envergadura similar y que ya cuenta con el patrocinio de Bank of America, entidad que aportaría, también, alrededor de 600 millones de billetes verdes para dicho inmueble.
Aunque este es el segundo proyecto presentado por la urbe californiana, el primero fue rechazado por la Liga y este último deberá enfrentar el escrutinio de la Asamblea de Dueños de la NFL, que iniciará este domingo en Phoenix, Nevada.
El proyecto de Oakland es encabezado por el ex jugador de Raiders, Ronnie Lott, quien consideró que «arrancar al equipo de Oakland una segunda vez sería desalentador y totalmente innecesario, dado que tenemos en la mesa una opción viable que los mantiene aquí y ayuda a la comunidad y al equipo a crecer».
