El cine actual ya no narra, delira relatos y la invención formal extrema ha quedado por encima de la anécdota, la urdimbre dramática, el tema y el discurso, aseguró Jorge Ayala Blanco, quien es considerado el mejor analista del cine nacional.
“Cada vez el cine mexicano es más delirante, incluso las películas de superhéroes son delirantes porque se plantea en ellas una cantidad de hechos, disolviendo la materia misma de la imagen, pues son cintas digitalizadas.
”Estos filmes son inestables, caen en la exageración, abusan de la tecnología, la cual es mal utilizada ya no para expresar algo, sino para que la misma tecnología se convierta en su propio fin y en ese momento se bloque la emoción”, sentenció.
El martes 28 de agosto en la Casa Universitaria del Libro de la capital mexicana, el crítico e historiador presentará la publicación “El cine actual, delirios narrativos”, que forma parte de la décima entrega sobre cine extranjero que ha elaborado y la cual es precedida por “Cine norteamericano de hoy”, “Falaces fenómenos fílmicos” o “A salto de imágenes”, por mencionar algunas.
Con fines temáticos, Ayala Blanco presentará en este ejemplar más de 300 textos de periódicos publicados entre abril de 2014 y diciembre de 2017 en blogs de diferentes diarios, así como algunos rigurosamente inéditos.
En esta compilación su autor configura una compleja clasificación de delirios que no por subjetiva, deja de captar la esencia de cada largometraje para situarlo en la mesa de disección, dar cuenta de su singularidad y sus rasgos compartidos.
“Son 300 textos en este libro y aquí lo que estudio es tener un enfoque lo suficientemente fuerte para ver las películas desde un punto de vista particular. En este caso lo que compruebo es que el cine actual lo que hace ya no es narrar de una forma tradicional y clásica. Incluso las peores películas son delirantes”, dijo.
La premisa mayor del libro es que “el cine ya no narra, delira relatos”, explicó, “y me baso en el tipo de acercamiento hacia los temas que se abordan. Hay una voluntad por parte de los cineastas de hacer delirar al lenguaje o delirar a través del lenguaje, que son dos cosas diferentes”.
“Yo me prohíbo a mí mismo delirar a través del libro, es decir, observo los delirios y me interesan estas películas en la medida en que se convierten en delirios narrativos”, abundó.
Para el también profesor decano de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el séptimo arte ya no basta con narrar una anécdota, sino que es necesario desbordarla de mil maneras, “y eso es lo que yo observo en el cine actual”.
“Me di cuenta de este delirio de acuerdo con las películas que hoy están saliendo; por ejemplo, hay delirios que son paranoicos, como los ‘thrillers’ y evidentemente forman un grupo”, indicó.
Hay otras cuyo contenido y escenas están basada en la tecnología, son inestables y exageradas, pues abusan de la tecnología y la mal utilizan “ya no para expresar algo, sino para que la misma tecnología se convierta en su propio fin… y en ese momento se bloque la emoción’.
Becario del Centro Mexicano de Escritores y miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 1988, Jorge Ayala concluyó que en el Siglo XXI, el cine ha dejado de ser una herramienta para narrar historias y se ha convertido en un ultrasofisticado dispositivo para fabricar delirios.
La presentación de este libro y de “La novedad del cine mexicano”, que forma parte de la serie “Abecedario del cine mexicano”, se enmarca en el 55 aniversario del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) al que asistirán personalidades como María del Carmen de Lara, Rafael Aviña y Carlos Bonfil.
