China ordenó el viernes el cierre de los mercados de aves vivas en sus regiones sur-centrales debido al peor brote de gripe aviar en años, que ha matado al menos a 87 personas.
La Comisión Nacional de Planificación Familiar y Salud ordenó el cierre en todos los lugares en que se ha detectado casos de la cepa de H7N9, indicaron medios estatales.
La mayoría de los casos se dieron en los populosos deltas del Yangtsé y el río de las Perlas, que suelen sufrir inviernos húmedos de temperatura moderada que son ideales para la transmisión del virus. En total se han reportado 250 casos en 16 provincias y regiones, llegando hasta la provincia suroccidental de Yunnan.
La cifra de muertos desde comienzos de año es la más alta al menos desde 2013.
Además del cierre de mercados, la Comisión está formando a trabajadores sanitarios en la detección, diagnóstico temprano y tratamiento de la enfermedad, e insta a la gente a evitar el contacto con aves vivas.
El H7N9 está considerado como una cepa menos virulenta que el H5N1 que la Organización Mundial de la Salud ha relacionado con cientos de muertos en todo el mundo en la última década. Se cree que el H7N9 no se contagia entre humanos, sino desde aves infectadas.
China ha acumulado mucha experiencia en la gestión de estas crisis desde que sufrió un brote de SARS en 2003 que se cree comenzó entre animales en el sur de China. La preferencia de la población china por comprar aves vivas y consumirlas recién sacrificadas complica los esfuerzos del gobierno por erradicar estas enfermedades.
El cierre de los mercados ha «reducido en gran parte el número de nuevas infecciones en muchas regiones», dijo Ni Daxin, subdirector del centro de respuesta de emergencia en el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias Xinhua.
