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Café Sonoro – Canciones de quiebre y traición

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Por: Carlos Carrizales

Bien lo vaticinó Alejandra Guzmán con su advertencia Ten cuidado con el corazón/ Aquí abajo en este mundo material/ Te defiendes o te van a destrozar/ Por nada; es cierto, claramente lo es: ¿Cuántas veces hemos salido con alguna herida y se la atribuimos a un quiebre?

Pero el quiebre no tiene que ser meramente en el sentido romántico: las que consideramos como traiciones están a la orden del día: alguien que vio por sus propios beneficios y decidió elegir otro camino, acción a la que catalogamos como que nos den la espalda, lo que sí es cierto es que hay actos que sí son bajos no solo por el hecho de realizarlos, sino por la falta de valor de admitirlo frente a la persona afectada. 

En estos casos, no importa su profesión ya que si la persona es un médico, un arquitecto o un conductor de noticias que cree ser locutor: el ladrillo al que se treparon les provocó tal mareo que su ego no les permite ver su falta y tienden a justificarse. Bob Dylan vivió algo similar y además de confrontar a la persona en Positively 4th street, refiere que sabe que habló mal de él a su espalda y le cuestiona la parte dolorida cuando en realidad él fue quien lastimó.

No solo los amigos realizan acciones con las que nos podríamos sentirnos defraudados o quebrados; la familia no siempre es el pilar más fuerte en nuestra relación, ya que la falta de escrúpulos puede estar en cualquier integrante, incluso uno provocar una discordia difícil de solucionar y los problemas se vuelven tan incontrolables que terminan en el peor panorama, tal como le sucedió al cantante de R&B, Marvin Gaye, quien murió por tres heridas de arma de fuego que su propio padre le causó tras una violenta discusión.

Ante este ambiente poco sano, en el que absolutamente todos los integrantes influyen, es importante salir de ahí, aunque sea quienes te engendraron, y es básicamente tomar las palabras entonadas de Kelly Clarkson: extender las alas y emprender el vuelo a otro lado, pedir un deseo, darse la oportunidad, hacer un cambio, aunque sea romperse un poco para no quebrarse.

Lo siguiente que podríamos tomar en cuenta es un mal común de todos los que hemos tenido algún fracaso: dicen que el amor es lo más bonito del mundo, pero nunca te preparan para cuando termina una relación y muchas veces uno acaba como algo que se sacaron de la nariz y lo tiraron junto a unas papeletas, es decir: somos ensayo, error y repetimos eso, francamente, es horrible convertirnos en un conejillo de indias para las emociones ajenas y es donde nos rompemos.

A pesar que el sentimiento es el mismo, la manera en la que se vive es distinta y para esto, hay un catálogo de canciones que casi roza en lo infinito, de todos los géneros, estilos, ritmos y grados de dolor, que al combinarse con sed de la peligrosa, trae consigo el llanto a todo pulmón para terminar de desgarrarnos, pero al final, queda todo resumido en una frase que Alanis Morissette entonó en una canción que es tan triste como esperanzadora: That I would be good.

Profundizar en el tema de la traición es complejo porque, tal como se mencionó, depende mucho de la perspectiva, pero hay una vertiente que nunca podría justificarse: la traición a uno mismo. Un abandono a las propias aspiraciones, sueños y promesas que nos hicimos ¿Qué nos lleva a olvidarnos? Puede ser un conjunto de todas las circunstancias que no podemos controlar, pero si bien es cierto que no podemos hacer gran cosa por lo que sucede al exterior, en nuestro interior tenemos la opción de dominarnos un poco y tomar las riendas porque al final, uno mismo es quien tiene que vencerse para salir de las adversidades.

La autotraición y el abandono, nos puede llevar a un odio propio que incluso es más destructivo que el egocentrismo y una vez que nos quebramos, nos lleva a tocar fondo del que es importante salir, porque sentirse como si estuviéramos sentados en una Silla enojada al más puro estilo de Alice in Chains, nunca tiene que ser una opción.

Al final, estar bajo el puente nos puede llevar a momentos de introspección para volver al sitio donde nos sentimos amados y qué mejor que ese sitio sea en nosotros mismos para así sobrevivir a cualquier traición, abandono o tristeza y convertir todo eso que experimentamos en sabiduría que cambiará la perspectiva de todo aquello que escuchamos cuando estuvimos en momentos difíciles. La ventaja es que ya no seremos los mismos que cuando nos quebramos, por lo que tenemos la opción de reconstruirnos más fuertes.

Hasta la próxima canción.

Recomendación musical de la semana: 

 Artista: Green Day

Canción: Good riddance (Time of your life)

 Álbum: Nimrod

 Género/Estilo: Punk pop

 Año: 1997

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Periodista, resignado Atlista, enamorado de mi ciudad y de mi Estado. De L a V en punto de las 7am al aire @1070noticias http://bit.ly/oYJFU2