La malaria fue una de las «desgraciadas herencias» que Miguel Bosé recibió de su padre, el famoso torero Luis Miguel Dominguín, quien recién cumplidos diez años le llevó a un safari por Mozambique sin administrarle quinina, un viaje que planeó alarmado porque leía mucho: «el niño va a ser maricón».
Así lo cuenta Miguel Bosé en «El hijo del capitán trueno», las memorias del artista que llegarán a las librerías el próximo 10 de noviembre y de las que la editorial Espasa ha adelantado un extracto este viernes, un capítulo en el que explica el pánico que cogió a de su padre.