Por: Verónica Juárez Piña
El 26 de septiembre de 2018, Andrés Manuel López Obrador se reunió con las madres y padres de los 43 estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos, de Ayotzinapa, y se comprometió a esclarecer las circunstancias que rodearon su desaparición. Cinco años después de ese encuentro, los familiares de las víctimas siguen esperando justicia y le han perdido la confianza al presidente.
A nueve años de la desaparición de los normalistas, los familiares insisten en la complicidad de las instituciones de seguridad del Estado y exigen que el Ejército facilite a las autoridades toda la información faltante en la investigación sobre lo que hicieron sus elementos en los hechos ocurridos la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala.
Además, acusan algo más grave: que la narrativa del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en lugar de cumplir con su compromiso de hacer justicia, se acerca más a la verdad histórica de Enrique Peña Nieto. En la reunión que sostuvieron el pasado 25 de septiembre con el subsecretario Alejando Encinas, Vidulfo Rosales, vocero de las madres y padres de los estudiantes sostiene que este:
“Hace una narrativa, refiere que los estudiantes iban infiltrados, que se trataba de una disputa entre los bandos del crimen organizado, reduciendo totalmente la responsabilidad al crimen organizado y a un aspecto meramente local, dejando por fuera del Ejército, al único que se le finca responsabilidad es al Capitán Martínez Crespo. Fuera de ahí, no aparece ningún militar más con responsabilidad, no se dice nada de quienes construyeron, por ejemplo, la verdad histórica, no aparecen esas circunstancias”. (Universal, 26/09/2023)
Y en efecto, las 3 causales sobre la desaparición de los normalistas a las que llega el informe Ayotzinapa. Narrativa de los hechos de acuerdo con investigación realizada, elaborado por el gobierno federal, le dan la razón a Vidulfo. Cinco años y tantas promesas, para concluir exactamente lo mismo que la verdad histórica. (Presidencia de la República, (https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/859053/GM_Narrativa_de_hechos_Ayotzinapa__26sep23.pdf)
Lo que se demanda es saber qué pasó en realidad, quiénes participaron además de los integrantes del crimen organizado, dónde se encuentran los jóvenes y que todos y cada uno de los responsables paguen por este crimen de lesa humanidad.
Sin embargo, al gobierno de Andrés Manuel se le agota el tiempo. Es inadmisible que después de cinco años de comprometerse a hacer justicia diga que su gobierno no sabe qué pasó con los jóvenes.
El agravio no es menor. En la primera reunión con los familiares de los normalistas López Obrador sostuvo: «Mi compromiso es no fallarles a las madres, a los padres de los jóvenes de Ayotzinapa, al pueblo de México. No vamos a traicionar la confianza de nuestro pueblo». (BBC News Mundo, 27/09/2023)
Lo que se exige es la verdad completa, no sólo retazos de ella y, sobre todo, justicia. El engaño de López Obrador no tiene nombre. Lucró con la esperanza de las madres y padres de familia de los 43 normalistas desaparecidos.