La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunció el martes que las autoridades de Arabia Saudita ejecutaron a 17 hombres acusados de crímenes relacionados con el narcotráfico desde el pasado 10 de noviembre, cuando finalizó una moratoria de 21 meses en la pena de muerte para este tipo de delitos.
La vocera de la oficina Elizabeth Throssell, quien calificó de «profundamente lamentable» el fin de la moratoria, detalló que las ejecuciones durante las últimas dos semanas han sido por decapitación y no se han celebrado en público. Los sentenciados han sido cuatro ciudadanos sirios, tres paquistaníes, tres jordanos y siete saudíes.
«La imposición de la pena de muerte por delitos de drogas es incompatible con las normas internacionales», subrayó Throssell. «Como las ejecuciones sólo se confirman después de que se produzcan, no tenemos información sobre cuántas personas pueden estar en el corredor de la muerte».
Sin embargo, la vocera llamó la atención sobre el caso del ciudadano jordano Hussein abo al-Kheir, quien podría estar en riesgo de ejecución inminente.
El caso de al-Kheir ya fue tratado por el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria, que determinó que su arresto no era acorde a los estándares internacionales y dudó de que se estuviese cumpliendo con el derecho a un juicio justo.
