La canciller de Alemania, Angela Merkel, espera ver progresos en la deportación de más solicitantes de asilo, según dijo el jueves a su llegada a una reunión con los gobernadores de los 16 estados del país.
Merkel, que afronta elecciones en septiembre, ha pedido varias veces un «esfuerzo nacional» para asegurar que la gente que no tiene derecho a permanecer en Alemania sale del país.
Las deportaciones son competencia de los gobiernos regionales. Sin embargo, el ministro del Interior, Thomas de Maiziere, ha dejado claro que el gobierno federal quiere más influencia sobre ese tema.
De Maiziere pidió el jueves «centros de salida» cerca de los aeropuertos a donde pudiera llevarse a la gente antes de ser deportada «para que las cosas sean más ordenadas y muchos no eviten simplemente la deportación en el último minuto».
De Maiziere dijo a la televisora ARD que querría un centro nacional para coordinar las repatriaciones.
Por otra parte, se informó que Gran Bretaña impuso límites a la cantidad de niños refugiados que entran al país sin acompañante, pues teme que traficantes de personas están explotando el sistema.
Unos 350 niños podrán entrar bajo la Enmienda Dubs, mucho menos que los 3.000 originalmente planeados bajo la ley redactada para ayudar a los miles de menores no acompañados que están tratando de quedarse en Europa.
Hasta unos 200 menores han sido aceptados.
La secretaria del Interior Amber Rudd dijo que la decisión se tomó luego que Francia expresó temores de que las medidas oficiales estaban atrayendo a niños solos a hacer la travesía solos.
Rudd dijo a legisladores el jueves que la medida «está funcionando como un foco de atracción, como un imán, está animando a los traficantes de personas».
