En medio de acusaciones, de la exigencia de la oposición para que renuncie el secretario de Seguridad federal, Alfonso Durazo, y del rechazo de Morena y el PT, los diputados escucharon la propuesta para establecer un nuevo acuerdo nacional para la seguridad, la justicia y la paz.
En la sesión ordinaria de este martes se abordó lo relacionado a los hechos violentos del jueves pasado en Culiacán, Sinaloa, por lo cual Carmen Julia Prudencio González y Tonatiuh Bravo Padilla, de Movimiento Ciudadano, hicieron dicho planteamiento.
«La seguridad en México está convertida en un problema de Estado que incumbe a todas las instituciones, poderes y órdenes de gobierno», dijo Bravo Padilla, quien dejó claro que «de un operativo fallido debemos evitar que México transite a un Estado fallido».
En el acto planteó la necesidad del nuevo acuerdo, centrado en un cambio de estrategia, construido con la participación del conjunto de las fuerzas políticas, pues «un solo orden de gobierno no puede solo».
En el debate, Verónica Juárez Piña, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), exigió que se finquen responsabilidades a quienes hayan tomado las decisiones erróneas, mientras Erika Rosas Uribe aseguró que es momento de cerrar filas frente a ese tipo de acontecimientos.
Por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Héctor Yunes Landa expresó su reconocimiento al valor y disciplina de las Fuerzas Armadas, consideró que es tiempo que el gobierno diga la verdad, y aseguró que Morena pretende «derivar» su responsabilidad en gobiernos anteriores.
Yunes Landa, al igual que el panista Felipe Fernando Macías, señaló que este día se cumplió el plazo de seis meses que el presidente Andrés Manuel López Obrador se fijó para ver reducidos los índices delictivos del país, pero lo cierto «es que la violencia y la inseguridad está en sus niveles más altos».
Macías Olvera dijo que «de ese tamaño son las mentiras del Presidente de la República, inventa datos, pone pretextos, echa culpas, pero no es capaz de cuidar la seguridad de los mexicanos».
Por el Partido del Trabajo (PT), Reginaldo Sandoval Flores expuso que en materia de seguridad hay dos visiones: la que fracasó desde hace dos sexenios, que consistió en declarar la «guerra y la muerte» al crimen, y la de proteger la vida y la paz, en la que están al ciento por ciento con el presidente López Obrador.
Aquí estamos en una estrategia con toda claridad y celebramos la acción del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, «ustedes tuvieron su oportunidad y lo que hicieron fue llenar a México de sangre», expresó a los panistas.
Tatiana Clouthier Carrillo, de Morena, recordó que México se convirtió en un panteón en el sexenio de Felipe Calderón, quien hablaba de «daños colaterales», los cuales recientemente le negaron la entrada a una de las universidades más prestigiadas del país para ofrecer una conferencia.
Hizo notar que se necesita valor para soltar a un capo «sabiendo que es impopular», pero dejó en claro que «haber bañado de sangre al estado no es fácil», porque «dos errores no hacen un acierto».
