Desde octubre de 2024, la despenalización del aborto en Jalisco ha representado un importante avance en los derechos reproductivos de las mujeres y personas gestantes. Esta acción legislativa no solo ha facilitado el acceso a servicios de interrupción del embarazo, sino que también ha permitido la apertura de la primera clínica privada en el estado, donde se pueden realizar abortos seguros, evitando así que las pacientes deban viajar a otras regiones, como la Ciudad de México, para recibir atención.
Sin embargo, a pesar de estos avances, persisten desafíos significativos en el acceso a la atención médica adecuada. La doctora Eva Elizabeth Camarena Pulido, especialista en ginecología y obstetricia, señala que la percepción del aborto en Jalisco, una entidad tradicionalmente conservadora, tiende a ser negativa. «Es fundamental reconocer que existen derechos humanos y legislación que deben ser respetados, incluídos los derechos reproductivos de las pacientes», enfatiza la doctora, quien también subraya la importancia de ofrecer atención especializada en un procedimiento que, si no se realiza de manera adecuada, puede acarrear complicaciones serias.
En Jalisco, el aborto solo puede llevarse a cabo antes de las 12 semanas de gestación, y existen diversas técnicas médicas para su realización, como el uso de medicamentos y procedimientos quirúrgicos. A pesar de la existencia de redes de apoyo que promueven el aborto en casa, Camarena Pulido advierte sobre los riesgos que esto conlleva, instando a las mujeres a buscar atención profesional para evitar potenciales complicaciones que puedan afectar su salud a largo plazo.
El acceso a servicios de aborto en el sistema de salud pública de Jalisco se limita a casos específicos, como violación o riesgo grave para la salud de la persona gestante. Esta restricción, combinada con la moralización del personal médico, crea un entorno hostil para quienes buscan atención. «Es crucial que los hospitales capaciten a su personal para eliminar el juicio hacia las mujeres que deciden abortar», afirma.
La salud mental también juega un papel clave en el proceso de la interrupción del embarazo. La doctora Martha Patricia Ortega Medellín, experta en psicología, destaca que las razones detrás de un aborto son diversas, incluyendo aspectos económicos, familiares y de violencia. «Continuar con un embarazo no deseado puede generar una carga emocional abrumadora, que afecta la calidad de vida de las mujeres», señala.
Contrario a los mitos que rodean la decisión de abortar, Ortega Medellín asegura que muchas mujeres experimentan una sensación de liberación tras tomar esta decisión, aunque el acompañamiento emocional es esencial para su bienestar. «La despenalización del aborto llegó tarde, pero es un avance importante en la salud pública», concluye, enfatizando la necesidad de erradicar estigmas en hospitales y en el entorno familiar.
A medida que Jalisco avanza hacia una mayor aceptación y comprensión del aborto como parte de la salud reproductiva, queda un largo camino por recorrer para garantizar que todas las mujeres y personas gestantes tengan acceso a la atención que necesitan, en un ambiente libre de juicio y con el apoyo que merecen.
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