Este fin de semana se cumplen cincuenta años de la lidia, en la plaza de Las Ventas, de la primera corrida completa de toros mexicanos en España, marcada con el hierro de Mimiahuapam, y que se saldó con el triunfo de Antonio Lomelín y la vuelta al ruedo en el arrastre de Amistoso, el más bravo del conjunto.
El anuncio de la corrida, de una de las más prestigiosas ganaderías, del campo charro mexicano en la feria de San Isidro, estuvo envuelto en no pocas dificultades, y principalmente la imposibilidad de exportar ganado de un país a otro, pues no existían entonces relaciones diplomáticas entre el gobierno de Francisco Franco, en España, y el del presidente de México, Díaz Ordaz.