Mientras continúan los esfuerzos para lograr un alto al fuego continuo en Siria, volvemos a exigir un acceso inmediato, incondicional y seguro para llegar a los niños y a las familias que continúan aislados de la ayuda humanitaria en todo el país.
En Siria, actualmente, hay 15 zonas sitiadas donde hasta 700,000 personas, incluyendo a unos 300,000 niños, siguen atrapadas. Casi cinco millones de personas, incluyendo más de dos millones de niños, viven en áreas a las que es extremadamente difícil llegar con ayuda humanitaria debido a los enfrentamientos, la inseguridad y el acceso restringido. UNICEF, junto con sus aliados, sigue entregando ayuda humanitaria en las áreas con accesos y en los campamentos de refugiados en los países vecinos.
En toda Siria las personas siguen sufriendo porque carecen de los elementos más básicos para sustentar sus vidas – también debido al riesgo continuo de violencia. Nosotros, -en efecto, el mundo-, no debemos permanecer en silencio mientras las partes en conflicto continúan usando la negación de alimento, de agua, de suministros médicos y de otras formas de ayuda, como armas de guerra.
Los niños corren un mayor riesgo de desnutrición, deshidratación, diarrea, enfermedades infecciosas y lesiones. Muchos necesitan apoyo después de haber estado expuestos a eventos traumáticos, violencia y otras vulneraciones. Desgraciadamente, demasiados niños solo conocen el conflicto y la pérdida a pesar de su juventud.
Los horrores del asedio de los distritos orientales de Alepo han desaparecido de la conciencia pública, pero no debemos dejar que las necesidades, las vidas y el futuro del pueblo sirio desaparezcan de la conciencia del mundo.