Aunque lleves la vida más saludable que te puedas imaginar, no importará mucho si no tienes una buena cantidad de sueño.
Tu cuerpo y mente necesitan descansar lo necesario para funcionar correctamente. Y dormir no sólo consiste en cerrar los ojos…
1. Te basas en tu ‘sleep tracker’.
“No necesitas un ‘sleep tracker’ para descubrir si has tenido una buena noche de sueño o no”, explica Matt Leve, un terapista físico de Shift Integrative Medicine de Nueva York.
1.¿Ubicas esa sensación cuando te despiertas en vacaciones? Así te deberías de sentir todas las mañanas.
La Academia de Medicina del Sueño, recomienda a los adultos dormir un período entre 7 o 9 horas de sueño de calidad para tener una buena salud, productividad y estar alertas durante el día. Si te despiertas mareada y necesitas una dosis de cafeína, no estás durmiendo adecuadamente.
2. Sólo usas las almohadas para la cabeza.
Si duermes boca arriba, coloca una almohada debajo de tus rodillas para quitarle presión a tu espalda baja.
Si duermes de lado, coloca una almohada debajo de tu brazo para que haga soporte, y una entre las piernas para mantener la columna alineada.
3. Duermes sobre tu estómago.
Dormir boca abajo puede causar algunos problemas bastante obvios —como no poder respirar, porque necesitas voltear tu cabeza hacia un lado y eso provoca que tuerzas tu columna. Con el tiempo, esto puede causar dolor de cuello y espalda.
Para poner recta tu columna, dobla los codos y rodillas hacia el lado donde volteas la cabeza normalmente, y coloca una almohada debajo de las axilas y las caderas.
4. Bebes antes de dormir.
Claro, una copita puede ayudarte a dormir al principio, pero también puede causar que te despiertes durante la noche, lo que evita que tengas horas de sueño de calidad.
Entre más tomes, peor será tu descanso por la noche.
5. No tienes una hora para irte a la cama.
Cuando no defines una hora para irte a dormir y una noche te duermes temprano y otra te desvelas, confundes a tu cuerpo y éste no sabe a qué hora apagarse la próxima vez que te vayas a dormir.
Si mantienes una consistencia con tu hora de dormir, ayudarás a tu cuerpo a acostumbrarse a dormir a una hora y despertarse a la hora que necesitas. Así harás que las mañanas sean menos pesadas.
6. Duermes todo el fin de semana.
¿Crees que puedes no dormir toda la semana y compensarlo durmiendo todo el fin de semana? Error. Nuevos estudios demostraron que saltarse horas de sueño puede desencadenar daños en el cerebro.
7. Duermes con el estómago lleno.
Cuando cenas durante las 3 horas antes de irte a dormir, provocas una indigestión. Trata de que las últimas comidas del día sean ligeras y evita la comida grasa, frita o picosa antes de dormir.
8. Duermes con una almohada esponjosa.
Excelente para pelea de almohadas, pésima para los que duermen boca arriba. Tu almohada debe de elevar tu cuello y cabeza solo lo necesario para mantener tu columna recta mientras duermes.
Las almohadas que elevan más tu cabeza causan dlor de cabeza y de hombros a la larga.
9. Duermes en posición fetal.
Esta posición puede evitar que respires correctamente, evitando que descanses de manera adecuada. Coloca una almohada debajo de tu brazo y pierna de arriba.
10. Duermes en un colchón viejo.
La mayoría de los colchones tienen un período de vida de entre 5 a 10 años, máximo. Esto depende de la calidad del colchón, de tu peso, y cuánto tiempo pasas en la cama.
11. Duermes en materiales sintéticos.
Esto va para dos cosas: la cama y tu pijama. Los sintéticos hacen que el cuerpo retenga más calor de lo normal. El cambio de temperatura corporal puede provocar que te despiertes durante la noche.
Duerme en materiales como algodón, bambú o fibras naturales para tener un descanso optimo.
12. Duermes en un colchón demasiado suave.
No existe un colchón perfecto, ya que todo depende del peso y la preferencia de cada persona. Pero si te hundes cada que te acuestas en tu colchón, significa que es demasiado suave.
Un colchón así causa malas posturas al dormir, por lo que provoca dolor corporal durante el día.
13. Duermes en un colchón demasiado duro.
Si tu cuerpo no se hunde para nada en el colchón, puedes desarrollar una curva en la columna que causa dolor de espalda, hombros y caderas por las mañanas.
14. Duermes con tu celular, tele o computadora.
La luz que emiten estos aparatos inhiben la producción de melatonina, por lo que no te dará sueño. Tiempos prolongados a esta luz, provoca que el cerebro no descanse y no tengas un sueño óptimo.
15. Duermes en un cuarto sin cortinas.
La luz es producto de la civilización moderna, y los humanos no están diseñador para dormir con luz.
Duerme con cortinas que te den oscuridad en tu cuarto, es lo mejor que puedes hacer para que tu cerebro descanse.
16. Duermes en un cuarto con temperaturas extremas.
Las temperaturas demasiado calientes o demasiado frías, te despertarán durante la noche.
17. Te duermes sucia
Obviamente esto ensucia tus sabanas, pero bañarte antes de dormir eleva tu temperatura, lo cual indica que para cuando te estés metiendo a la cama, ira bajando y hace que tu cuerpo se meta en modo dormir más rápido.
18. Duermes con tu mascota.
63% de la gente que tiene mascotas y duermen con ellas, tienen un descanso pobre a comparación de la gente que no duerme con su mascota.