La Central Única de Trabajadores (CUT) de Brasil difundió hoy una decena de puntos en defensa de la educación y la previsión social, al convocar a trabajadores, estudiantes y profesores a protestar este jueves en contra de los recortes del gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
La marcha, convocada por la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) y con apoyo de movimientos sociales y sindicatos, tratará de duplicar el llamado «Tsunami de la educación», que el pasado 15 de mayo sacudió más de 200 ciudades del país, al convocar a más de un millón de personas.
Los convocantes se pronunciaron contra los recortes presupuestarios y la persecución ideológica del gobierno de Bolsonaro a la enseñanza pública en todos sus ámbitos.
Las movilizaciones tienen el apoyo de movimientos sociales, y además de defender la educación, servirá como preparativo para la huelga general que se realizará el próximo 14 de junio, convocada por las centrales sindicales CGTB, CSB, CSP-Conlutas, CTB, CUT, Fuerza Sindical, Intersindical y Nueva Central.
Entre los puntos que mencionó para rechazar la reforma a la previsión social, la CUT argumenta que el proyecto pondría fin al derecho a la jubilación para millones de trabajadores y trabajadoras, incluso a quienes ya están jubilados.
En opínión de los oponentes, la reforma del gobierno de Bolsonaro afecta también a viudas y huérfanos, enfermos y accidentados (incapacidad temporal) y termina con la jubilación por invalidez (incapacidad permanente).
Además, rechazaron la capitalización de las aportaciones, un sistema que funciona como un ahorro personal del trabajador, sin contribución patronal ni recursos de los impuestos de la Unión para garantizar el pago de los beneficios, entre otros efectos adversos.
También consideraron que los recortes en la educación impuestos por el gobierno de Bolsonaro perjudican la enseñanza desde los niveles básicos al posgrado.
Durante la jornada del 15 de mayo, en la mayoría de los actos, se presentaron mantas y carteles con consignas en defensa de la previsión social y contra la Propuesta de la Enmienda a la Constitución (PEC) 6, que inviabiliza el derecho a la jubilación para millones de trabajadores, apuntó el sitio Red Brasil Actual.
El movimiento incomodó al gobierno de Bolsonaro, que convocó, con apoyo de la prensa conservadora, manifestaciones para el domingo pasado, con participación de sectores de extrema derecha.
Entre los simpatizantes de Bolsonaro, algunos atacaron al Supremo Tribunal Federal, al Congreso y defendieron el paquete «anticrimen» del ministro de Justicia, Sergio Moro, el juez que procesó al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
