Afirman expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, y del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola que para combatir la pobreza en América Latina primero se deben reducir las desigualdades.
Pese al crecimiento económico de la región y a los esfuerzos de los gobiernos, hoy casi la mitad de los habitantes rurales de la zona son pobres y cerca de un tercio son indigentes.
La reducción de la pobreza rural se ha estancado en América Latina en los últimos años, e incluso ha retrocedido en algunos países, señala la FAO.
Para revertir esta situación, la FAO y el FIDA crearon la Alianza para la eliminación de la pobreza rural en América Latina, que está integrada por los principales expertos latinoamericanos de desarrollo rural y su misión es proponer soluciones innovadoras que tengan un impacto en la vida de millones de personas.
Según la FAO, los que más sufren son los más pobres entres los pobres: la indigencia rural bajó menos de un punto porcentual entre 2012 y 2014, y se mantiene en 27 por ciento.
Los miembros de la alianza destacan que su prioridad será llegar a los gobiernos con ideas concretas que pueden mejorar las capacidades de los países para acabar con la pobreza rural, no a nivel teórico sino práctico.