Navegar en internet no sería
tan importante en el sobrepeso adolescente como la cantidad de
kilos de más con los que los niños llegan a esa etapa de la
vida, según sugiere un equipo de Suiza.
Los investigadores siguieron a 621 adolescentes de entre 14
y 16 años, y detectaron a los dos años que aquellos con
sobrepeso al inicio del estudio eran 20 veces más propensos a
conservar ese exceso de peso que los que habían comenzado con un
peso normal. En el grupo con sobrepeso, el uso intensivo de
Internet no estaba asociado con el aumento de peso.
«El uso de la Red no haría más que reforzar el riesgo
preexistente de tener sobrepeso», publicó el equipo en
International Journal of Obesity.
«Hoy, internet es casi una necesidad para subsistir en este
mundo y a los adolescentes se les pide que la utilicen», dijo
vía e-mail la autora principal, Yara Barrense-Dias, del
Instituto de Medicina Social y Preventiva del Hospital de la
Universidad de Lausana.
«Por este motivo, debemos diferenciar entre el tiempo de
pantalla para la escuela o el trabajo y el tiempo dedicado al
ocio. Los padres deberían alentar otras actividades, la
alimentación saludable y el ejercicio».
La Organización Mundial de la Salud estima que 1900 millones
de adultos y 42 millones de menores de cinco años tienen
sobrepeso u obesidad, que eleva el riesgo de cardiopatías,
diabetes, lesiones articulares y ciertos cánceres.
Cada vez más los científicos estudian el papel del tiempo
sedentario delante de las pantallas en la obesidad. El equipo de
Barrense-Dias convocó a un grupo de adolescentes: el 13,5 por
ciento de los varones y el 8,8 por ciento de las mujeres tenía
sobrepeso al inicio del estudio, comparado con, respectivamente,
el 19,4 y el 12,4 por ciento al final de la investigación.
Los varones adolescentes hacían ejercicio tres días por
semana al inicio del estudio y menos de tres al final, mientras
que las mujeres comenzaron con menos de tres días por semana y
finalizaron con algo más de dos días.
El uso de Internet no pareció influir en la posibilidad de
engordar durante el estudio, aunque los varones eran más
propensos que las mujeres a tener sobrepeso.
Los autores señalan como una limitación del estudio haber
utilizado sólo las respuestas de los adolescentes sobre las
actividades, el peso y la altura, además de excluir el tiempo de
otras pantallas, como la TV o los videojuegos.
El doctor Paul Collings, del Instituto Bradford para la
Investigación de la Salud, Reino Unido, coincidió en que el
estudio es pequeño y los resultados autoinformados son poco
confiables como para sacar conclusiones generales.
Pero Jonathan Mitchell, del Hospital de Niños de Filadelfia,
dijo que, desde el punto de vista biológico, el tiempo
sedentario podría estar asociado con la obesidad pediátrica
porque los niños que pasan tiempo sentados queman menos
calorías, comen más y duermen menos.