Una larga valla de metal que fue colocada el viernes frente al Palacio Nacional de México, despacho y casa presidencial, fue transformado la noche del sábado por colectivas feministas y amaneció convertida este domingo en un «muro de memoria».
La contención, colocada a unos días de la marcha feminista del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, fue para evitar provocaciones y proteger edificios históricos, dijo el sábado, el presidente de México, Andrés Manuel López, una acción que grupos feministas y opositores al mandatario calificaron como un impedimento a libre manifestación.