Pasta, galletas, mochilas, pañales y champú son algunos de los bienes que recibe cada día un refugio en Del Río (Texas.) gracias a una «lista de deseos» en la que colaboran cientos de personas anónimas para ayudar a los refugiados recién llegados al país.
Este lunes no fue menos: el centro recibió casi cincuenta paquetes en una hora con productos para dar la bienvenida a los migrantes, en su mayoría haitianos, que llegaban a la vez en furgonetas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, en sus siglas en inglés) tras pasar varias noches debajo del puente internacional de la localidad texana.