El 24 de marzo de 1996, hace 25 años, una embolia pulmonar apagó a sus 65 años la voz de la artista conocida como la Reina de la canción ranchera, Lola Beltrán, un símbolo de fortaleza femenina y un icono de la música mexicana.
«Yo la describiría primero como un ser humano sumamente luchador que logró prácticamente todos los objetivos que ella se planteó, ella quería cantar, quería sobresalir, todo lo que ella pudo albergar en su mente como un posible propósito, lo pudo concretar», asegura a Efe María Elena Leal Beltrán, hija de la cantante.