Por: Salvador Cosío Gaona
En un nuevo acto de prepotencia, de capricho y de insensibilidad, el presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, no esperó más y este domingo 14 de julio habrán de comenzar las redadas masivas en diez ciudades de la Unión Americana para deportar a miles de indocumentados que desde hace tres semanas fueron alertados de esta acción del gobierno de la Casa Blanca, y si bien se pospuso en una ocasión, en esta no habrá marcha atrás, de acuerdo a lo expresado por el propio mandatario.
La nueva amenaza de Trump ha mantenido en vilo a los inmigrantes indocumentados que conviven con el temor a ser deportados.
En los últimos días los medios de Comunicación latinos y las organizaciones civiles, entre otros, han dedicado su tiempo a informar (a quienes se encuentran en una situación de permanencia irregular) sus derechos, lo que pueden y no pueden hacer las personas de migración que intenten detenerlos y las estrategias para defenderse.
Los mismos activistas y organizaciones que brindan apoyo a los inmigrantes se han «preparado» para la llegada de los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU (ICE).
Y es que el inquilino de la Casa Blanca, quien ha expresado su intención de contener nuevamente por la presidencia de su país, ha intensificado los ataques verbales, los amagos y las amenazas dirigidas a quienes radican ilegalmente en suelo estadounidense, una estrategia que le brindó tan buenos dividendos en las pasadas elecciones, que hoy mismo está dispuesto a utilizar idéntica estrategia para permanecer cuatro años más en el poder.
BBC Mundo, ha pronunciado que “La operación hace parte de la política migratoria de mano dura del presidente Trump, un asunto que será un tema clave en su campaña de reelección en 2020”.
Los gobiernos locales con políticas de protección a los inmigrantes sin documentación y políticos opositores a Trump, por su parte, han rechazado la iniciativa.
Ken Cuccinelli, director interino del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (ICE), dijo el miércoles que tiene órdenes para arrestar a alrededor de un millón de personas, pero reconoció que no hay capacidad ni infraestructura para detener a tantos.
El presidente Trump, por su parte, rechazó hablar de «redadas» en declaraciones el pasado viernes. “No las llamo así, estamos removiendo gente, toda esa gente que a lo largo de los años ha venido ilegalmente», dijo.
Los agentes que hablaron con el NYT declararon que el objetivo de ICE es desplegarse en al menos una decena de ciudades grandes para, como mínimo, arrestar 2 mil inmigrantes sobre los que penden órdenes de deportación, algunas como resultado de haber faltado a sus audiencias en las cortes.
Las ciudades en cuestión son Nueva York, Miami, Houston, Los Ángeles, San Francisco, Chicago, Atlanta, Nueva Orleans, Baltimore y Denver, de acuerdo con fuentes oficiales citadas por la cadena de televisión CNN.
Hace tres semanas Trump amagó con lanzar la misma operación que pondrá en marcha este domingo, pero la detuvo un día antes de su comienzo para dar una “oportunidad” a los demócratas de negociar con él un cambio en el sistema de asilo en el país, pero ante la falta de diálogo sobre este tema, demasiado complejo como para negociarlo en dos semanas, el mandatario anunció que las redadas comenzarían en breve.
De acuerdo a lo reportado por medios en EE.UU., el operativo programado para la tercera semana de junio fue pospuesto cuando funcionarios de ICE se resistieron a la posibilidad de arrestar a bebés o niños.
Funcionarios de ICE declararon el mes pasado que los operativos se enfocarían en arrestar a inmigrantes indocumentados que llegaron recientemente a Estados Unidos, en un esfuerzo por reducir el aumento en los cruces fronterizos.
De acuerdo a funcionarios del DHS citados por el NYT, el pasado febrero muchos de esos inmigrantes recibieron una notificación para reportarse ante una oficina de ICE y abandonar Estados Unidos.
Las familias de inmigrantes que sean arrestadas juntas, señalaron funcionarios al NYT, serán llevadas cuando sea posible a centros de detención en Texas y Pennsylvania.
Pero por limitaciones de espacio, algunas podrían ser llevadas a habitaciones de hotel hasta que se resuelva la fecha de deportación.
Las redadas incluirán deportaciones «colaterales», en las que las autoridades pueden detener a inmigrantes que estaban en el lugar por casualidad aunque su detención no sea el objetivo de la operación.
Los expertos en leyes dicen que la presencia ilegal en Estados Unidos no es un delito en la mayoría de los casos. Sin embargo, sí es una infracción administrativa que pone a la persona en riesgo de ser deportada, lo cual es un proceso que toma un largo tiempo.
La entrada sin documentos a Estados Unidos es un delito menor. Entonces, alguien que está en el país sin un permiso válido podría estar violando la ley.
Es probable que abogados defensores de los inmigrantes introduzcan mociones para reabrir los casos de los afectados, lo que retrasaría o detendría por completo su expulsión de Estados Unidos, reportó el NYT.
Funcionarios del gobierno han declarado a medios locales que los operativos forman parte de una estrategia para desmotivar a más familias a migrar a Estados Unidos sin documentos.
El país vio un aumento récord de cruces fronterizos por puertos no oficiales este año, especialmente en el número de familias con niños. Como consecuencia, las instalaciones para procesar a inmigrantes han desbordado su capacidad y han sido objeto de denuncias por hacinamiento y negligencia.
El DHS reportó el miércoles que 104 mil 344 inmigrantes fueron detenidos tras cruzar la frontera sin documentos durante junio, un 28% menos que en mayo, pero una cifra todavía mucho más alta que la registrada en el mismo mes el año pasado.
Trump ha vuelto a su redituable estrategia de ir contra indocumentados, de ahí que se esperan redadas este fin de semana; él sabe que ya le funcionó una vez y si le da votos, irá por ellos nuevamente sin importar los Derechos Humanos ni nada que le represente un obstáculo en el camino. Así es Trump y ya deberíamos saber que el tema migratorio es su amuleto de la suerte.
@salvadorcosio1