Cinco décadas de carrera y una evolución constante describen a la artista mexicana Lucía Méndez como una mujer que se reinventa y ha sabido sortear las tareas de una diva, a veces polémica, sin perder su sinceridad y aplomo. «Todo lo que he dicho ha sido cierto», asegura.
«Todo lo que yo cuento me ha pasado, no es mentira, lo del encuentro con Quetzalcóatl (un dios azteca) es auténtico y tengo a dos testigos, si se vuelve viral, qué bueno, pero todo lo que he dicho ha sido cierto», afirman Méndez