El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) inició 2016 con un retroceso de 2.01 por ciento, su peor inicio de año desde 2008, cuando comenzó con una baja de 2.84 por ciento.
En la primera sesión del año, el principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) tuvo su mayor contracción en 3 meses, afectada por una aversión al riesgo generalizada a nivel internacional por malos datos de manufactura en China, que lo ubicó en 42 mil 113.70 unidades, 853.41 puntos debajo del cierre de 2015.
Las ventas generalizadas afectaron a la mayoría de las empresas listadas en el IPC, pues el 80 por ciento de ellas cerraron con pérdidas, entre las que destacaron las acciones de Gentera (GENTERA*), que retrocedieron 4.65 por ciento a un precio de 31.88 desde los 33.35 previos, y las de Elektra (ELEKTRA*), que cedieron 2.80 por ciento a un valor monetario de 368.42 pesos.
Genomma Lab (LABB) avanzó 4.04 por ciento a un precio de 14.41 pesos, mientras que Comercial Mexicana (COMERCIUBD) le siguió con un avance de 2.75 por ciento a 32.31 pesos.
El resto de las empresas que registraron leves ganancias fueron IEnova, Grupo Financiero Banregio, ICA, Mexichem y Pinfra.
Las ventas también fueron ejercidas por inversionistas en Estados Unidos, de acuerdo con Reuters, el Dow Jones tuvo su peor inicio de año desde 2008, en tanto que el Standard & Poor’s y el Nasdaq presentaron su peor comienzo desde el año 2001.
El industrial cayó 1.58 por ciento, mientras que el selectivo y el tecnológico se hundieron 1.53 y 2.08 por ciento, respectivamente.
Europa se contagió de las ventas y sus principales plazas finalizaron con fuertes pérdidas.
El DAX alemán lideró las bajas con una variación negativa de 4.28 por ciento; el Euro Stoxx, que recoge las variaciones de 50 indicadores en la región, cedió 3.14 por ciento, e índices como el CAC 40 de Francia y el Ibex 35 de España cayeron 2.47 y 2.42 por ciento.
La aversión al riesgo en los mercados accionarios se intensificó en los mercados asiáticos, donde el índice Shanghai y el Shenzhen de China cayeron 6.86 y 8.22 por ciento.
Los inversionistas prefirieron iniciar el año en una posición más conservadora después de que conocieron que la actividad manufacturera de la segunda mayor economía continuó débil en diciembre.