Los enfrentamientos en Sinaloa, que iniciaron hace diez días, han cobrado la vida de al menos 52 personas, pero la cifra podría ser mayor, debido a la gran cantidad de personas heridas o reportadas como desaparecidas en este mismo periodo. Además, siguen causando temor en la población, que rehúsa volver a las aulas.
De acuerdo con los reportes dados a conocer por las autoridades de seguridad y de procuración de justicia, y a información recabada en el lugar donde dos grupos del narcotráfico se enfrentan, la cifra de muertos llegó a 52.
Todas estas personas han fallecido en ataques en Culiacán, y que luego de extendieron hacia el sur de la entidad, llegando hasta la zona serrana, en los límites con Durango.
La ola de violencia ha afectado las actividades cotidianas de la población.
El operativo especial anunciado por las autoridades de Sinaloa para intentar reanudar las clases presenciales en los municipios de Culiacán, Elota, Cosalá y San Ignacio no logró llevar a los alumnos a los planteles educativos.
Durante un recorrido en la capital del estado, donde se han registrado la mayoría de los hechos violentos, se volvieron a observar escuelas cerradas y algunas abiertas, pero sin alumnos.
Tal es el caso de la primaria Agustina Ramírez, en la que la directora Patricia Avilés llegó a las 7:20 horas para abrir la puerta del plantel, ubicado por la avenida Álvaro Obregón, la más importante de la ciudad, pero los alumnos no llegaron.