Singapur llevó a cabo este martes su sexta ejecución desde marzo, la de un hombre acusado de traficar marihuana, evidenciando el cada vez más agresivo enfoque de la isla contra las drogas, con oenegés advirtiendo que los ahorcamientos no cesarán, pues el corredor de la muerte está saturado.
Se trata de un hombre de 49 años ahorcado -el método empleado por Singapur- al alba por traficar con marihuana tras pasar siete años en prisión, noticia que fue confirmada por la activista Kokila Annamalai en su cuenta de Twitter.