El defensa español Sergio Ramos, jugador de los Rayados de Monterrey, ha sido sancionado con un partido de suspensión por la Federación Mexicana de Fútbol tras ser expulsado por conducta violenta en el encuentro contra los Pumas UNAM, disputado el pasado domingo. La decisión fue anunciada este miércoles por la comisión disciplinaria del torneo Clausura.
Durante el tiempo de descuento del partido, Ramos propinó una patada al delantero Guillermo Martínez, lo que llevó al árbitro a mostrarle la tarjeta roja en el minuto 92. Sin embargo, la Federación también reconoció que el jugador debió haber sido amonestado en el minuto 20 por una agresión previa al defensa rival Pablo Bennevendo, lo que generó controversia sobre la actuación arbitral.
Efraín Juárez, entrenador de los Pumas, expresó su descontento con la decisión del árbitro de no expulsar a Ramos en esa primera jugada. “Existió un error arbitral al no señalar la conducta violenta del jugador 93 (Ramos) de Monterrey sobre el jugador 2 de Pumas (Bennevendo), que ameritaba la expulsión”, indicó la Federación en un comunicado oficial.
Juárez lamentó que Ramos permaneciera en el campo durante más de 70 minutos tras su acción contra Bennevendo, sugiriendo que un jugador de su equipo habría sido castigado de inmediato. “Si eso lo hubiera hecho uno de nuestro país, seguro estaría fuera en el 20”, afirmó.
Con la suspensión, Ramos, quien cumplirá 39 años el próximo 30 de marzo, se perderá el partido del 29 de marzo contra el Tijuana, donde los Rayados buscarán mejorar su posición en la tabla, actualmente ocupando el octavo lugar. El defensor español regresará a la acción el 5 de abril, cuando su equipo enfrente a las Chivas de Guadalajara.
La controversia en torno a la actuación de Ramos y la decisión arbitral ha generado un amplio debate en el ámbito futbolístico mexicano, destacando la importancia de la disciplina y el juego limpio en el deporte.
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