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Sacerdote nigeriano secuestrado por extremistas en medio de aumento de violencia en la región

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Un sacerdote católico nigeriano que había servido en Estados Unidos fue secuestrado el pasado 1 de junio en el noreste de Nigeria por miembros del grupo extremista Boko Haram, según informaron autoridades eclesiásticas. El reverendo Alphonsus Afina, quien trabajaba en la diócesis de Fairbanks, Alaska, hasta 2024, fue capturado junto con otros viajeros en una emboscada en la ciudad de Gwoza, en el Estado de Borno.

El obispo John Bogna Bakeni de Maiduguri confirmó a medios internacionales que tuvo contacto telefónico con el sacerdote un día después del secuestro. Durante la llamada, Afina se encontraba agotado por la caminata, pero “sonaba bien” y en “buen ánimo”, según declaraciones del obispo. La emboscada ocurrió cuando el convoy del religioso, que se dirigía a Maiduguri desde Mubi para participar en un taller, fue interceptado en un puesto de control militar, donde un cohete impactó uno de los vehículos, provocando la muerte de una persona y heridas en otras.

Hasta el momento, las autoridades nigerianas no han emitido declaraciones oficiales sobre el secuestro, y no se ha precisado la cantidad exacta de personas capturadas. Se desconoce si Afina fue específicamente el objetivo de los atacantes, aunque otros viajeros también fueron secuestrados en el incidente.

Este suceso se enmarca en un contexto de creciente violencia en las regiones norte y central de Nigeria, donde grupos armados como Boko Haram intensifican sus ataques contra comunidades rurales, causando miles de muertes y desplazando a millones. Los ataques, en ocasiones dirigidos contra figuras religiosas, reflejan la persistente lucha del gobierno nigeriano contra la insurgencia y la radicalización extremista en la zona.

Boko Haram, que desde 2009 busca imponer su interpretación radical del islam y luchar contra la educación occidental, ha sido responsable de la muerte de aproximadamente 35.000 civiles y del desplazamiento de más de dos millones de personas, según datos de las Naciones Unidas. La situación continúa siendo una de las principales amenazas de seguridad en el país y en la región.

Con información de AP News.

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