En un desarrollo inesperado en el conflicto ucraniano, altos funcionarios de Rusia y Estados Unidos se reunirán el martes en Arabia Saudí para discutir la posibilidad de un acuerdo que ponga fin a la guerra en Ucrania, en una sesión que se presenta como la más significativa desde la invasión rusa en febrero de 2022. Esta reunión, que se llevará a cabo sin la participación de representantes ucranianos, ha generado preocupación y reacciones enérgicas por parte de Kiev y sus aliados.
El Kremlin confirmó que el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y el asesor de asuntos exteriores, Yuri Ushakov, encabezarán la delegación rusa, mientras que Estados Unidos estará representado por el secretario de Estado Marco Rubio y otros altos funcionarios. Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, subrayó que el enfoque de las conversaciones será “restaurar el complejo de relaciones entre ambos países” y preparar el terreno para un posible encuentro entre los presidentes Donald Trump y Vladímir Putin.
La inminente reunión ha provocado inquietud en Ucrania, donde el presidente Volodymyr Zelenskyy ha expresado su descontento por no ser incluido en las negociaciones. En una conferencia telefónica desde Emiratos Árabes Unidos, Zelenskyy afirmó que cualquier resultado de las conversaciones carecería de legitimidad sin la participación de Ucrania. El mandatario también destacó que su país no aceptará un acuerdo que no refleje sus intereses y derechos soberanos.
La situación se complica aún más por las presiones de la Unión Europea, que busca tener voz en cualquier diálogo de paz relacionado con Ucrania. Funcionarios europeos han instado a que el bloque sea parte de las conversaciones, mientras que Lavrov desestimó su relevancia al cuestionar su necesidad en la mesa de negociaciones.
Este giro en la política estadounidense, que parece marcar un alejamiento del aislamiento de Rusia, ha llevado a un rápido movimiento entre los aliados de Ucrania. Francia convocó una reunión de emergencia con otros países de la UE y el Reino Unido para discutir cómo responder al enfoque de Washington, intensificando el debate sobre el futuro del conflicto y la seguridad en Europa.
Mientras tanto, el asesor de Zelenskyy, Andriy Yermak, enfatizó que no habrá diálogo directo con Rusia “hasta que desarrollemos un plan” para alcanzar una paz justa, dejando en claro que la situación en el terreno de juego sigue siendo compleja y volátil. La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollarán las negociaciones y las implicaciones que tendrán para el futuro de Ucrania y la estabilidad regional.
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