En las afueras de Bangkok, en Tailandia, una mujer de 64 años que se disponía a lavar los platos, fue atacada por un enorme pitón de entre cuatro y cinco metros de largo, que se enroscó alrededor de su torso, apretándola contra el suelo de su cocina.
De acuerdo a la mujer, sintió un dolor agudo en el muslo y miró hacia abajo para ver una enorme pitón atrapándola.
“Estaba a punto de sacar un poco de agua y cuando me senté me mordió inmediatamente”, dijo Arom Arunroj al periódico tailandés Thairath. “Cuando miré, vi que la serpiente me estaba envolviendo”.
“La agarré por la cabeza, pero no me soltó”, dijo. “Solo se apretó”.
Apoyada contra la puerta de su cocina, gritó pidiendo ayuda, pero no fue hasta que un vecino pasó por allí, aproximadamente una hora y media después, que llamó a las autoridades.
Por su parte, el oficial de policía Anusorn Wongmalee dijo que cuando llegó, la mujer todavía estaba apoyada contra su puerta, luciendo exhausta y pálida, con la serpiente enrollada a su alrededor.
La policía y los agentes de control de animales utilizaron una palanca para golpear a la serpiente en la cabeza hasta que soltó su agarre y se deslizó antes de que pudiera ser capturada.
En total, Arom pasó aproximadamente dos horas en las garras del pitón antes de ser liberada.
Los encuentros con serpientes no son raros en Tailandia y, según las estadísticas del gobierno, el año pasado 26 personas murieron por mordeduras de serpientes venenosas. En 2023, un total de 12 mil personas fueron tratadas por mordeduras venenosas de serpientes y otros animales.
La pitón reticulada es la serpiente más grande que se encuentra en Tailandia y suele medir entre 1.5 y 6.5 metros y pesar hasta 75 kilogramos, aunque se han encontrado ejemplares de hasta 10 metros de largo y 130 kilogramos.