El líder del Partido Liberal alemán (FDP) y gobernador del estado de Turingia, Thomas Kemmerich, renunció a su cargo luego de las críticas que recibió por marchar sin mascarilla al lado de ultraderechistas que se manifestaban contra las restricciones por el COVID-19 el pasado domingo.
Kemmerich aceptó que había causado “serios daños” a su partido, por manifestarse al lado de grupos ultraderechistas y conspiracionistas que niegan la existencia del virus y rechazan las medidas de confinamiento.
Tanto expertos en seguridad como la mayoría de los partidos parlamentarios alemanes han alertado sobre la participación creciente de grupos radicales en las movilizaciones contra las medidas impuestas para contener la pandemia.
Lo que inició como una exigencia de la población por el derecho a la manifestación y por la reapertura de la vida pública, se ha convertido en el escenario de participación para los ultraderechistas.
En algunas movilizaciones y marchas se han contabilizado miles de personas, lo que preocupa a los expertos de seguridad, informa Deutsche Welle.
Kemmerich ya había resultado controversial a principios de año cuando fue elegido para gobernar Turingia gracias a los votos del partido ultraderechista Alternativa para Alemania.
Todos los demás partidos, incluyendo al de Kemmerich y el de la canciller Angela Merkel, la Unión Demócrata Cristiana, tenían un acuerdo no escrito de mantenerse sin alianzas con los ultraderechistas para ganar posiciones.