México es el país de América Latina y el Caribe que mostró la más significativa mejora en la tasa de desocupación abierta, al pasar de 5.0 a 4.4 por ciento, revela el estudio Panorama Laboral 2015 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En el resumen de dicho diagnóstico, la Oficina Regional para América Latina y El Caribe de la OIT muestra que el comportamiento de ese indicar en la región fue en sentido opuesto este año, pues aumentó de 6.2 a 6.7 por ciento, lo que representó un incremento de 1.7 millones de personas desempleadas más en la zona.
El organismo multinacional precisa que tales cifras se obtuvieron con información de cobertura nacional (que incluye los ámbitos urbano y rural).
Explica que tanto la profundización de la desaceleración económica como su extensión en el tiempo han determinado el cambio de tendencia que se verifica en 2015.
Puntualiza que desde 2003 hasta 2012 se produjeron incrementos tanto en las tasas de ocupación como de participación, con la excepción de 2009, año de la crisis financiera internacional.
Las bajas en ambas tasas en 2013 y 2014 no generaron un incremento en la desocupación por el hecho de que la participación se redujo más que la ocupación, lo que se explica por el abandono temporal de mujeres de la fuerza laboral y también por la recomposición que se empezó a producir en la generación de empleo asalariado y no asalariado.
La OIT apunta que estas tendencias se han alterado, de acuerdo con la información al tercer trimestre de 2015. La tasa de participación ha dejado de caer (lo que era esperable, puesto que la participación no puede reducirse de manera permanente), incrementándose en una décima a 61.3 por ciento.
Subraya que la tasa de ocupación, por su parte, sigue a la baja, aunque a menor ritmo que el año anterior, ubicándose en 57.2 por ciento. Esto tiene como consecuencia principal el crecimiento de la desocupación.
Los indicadores de mercado laboral tienen comportamientos diferenciados entre subregiones, e incluso al interior de las subregiones. Aunque son varios los países con un desempeño negativo de su mercado laboral en 2015, el dato de Brasil es determinante en el promedio regional ponderado.
De hecho, el resto de América Latina y el Caribe (sin Brasil) ha experimentado un aumento de su tasa de ocupación (de 57.6 a 57.9 por ciento) y una caída de su tasa de desocupación (de 6.1 a 5.8 por ciento) entre los tres primeros trimestres de 2014 y 2015.
El estudio expone que debido al peso de Brasil, los mayores efectos de la desaceleración se han concentrado en América del Sur. La tasa de desocupación subió de 6.8 a 7.6 por ciento, al comparar información al tercer trimestre de 2014 y el mismo periodo de 2015.
Al excluir a Brasil del promedio subregional de países que integran el Cono Sur, la desocupación se redujo ligeramente. También en los países andinos se registra una leve caída de este indicador, en tanto la desocupación subió en el Caribe de 8.2 a 8.5 por ciento y en los países de Centroamérica de 6.1 a 6.7 por ciento.
«En México, por el contrario, la desocupación cayó de 5.0 a 4.4 por ciento a nivel nacional. La tasa de ocupación se redujo en el Caribe y en los países del Cono Sur, subió en los países andinos, en México y en Centroamérica», puntualiza la OIT en su diagnóstico.
El Panorama Laboral 2015 muestra que la región ha experimentado un deterioro económico y laboral desde 2011, cuyas manifestaciones han venido impactando «en cámara lenta», a diferencia de la crisis financiera internacional de 2008-2009, que fue de impacto fuerte, pero breve.
La OIT advierte que los efectos de la desaceleración en el mercado de trabajo continuarán afectando a los países de la región al menos durante un año más, pues se espera que la tasa de desocupación (promedio regional, con datos de nivel nacional) se sitúe finalmente en 6.7 por ciento para 2015 y aumente a 6.9 por ciento en 2016.
Las tasas de ocupación comenzarían a recuperarse a partir de finales de 2016, y la creación de empleo será superior en el Caribe, Centroamérica y México, en comparación con el Cono Sur de la región, adelantó la OIT.
Advierte que este nuevo escenario causa preocupación, ya que en el corto plazo, las opciones de política macroeconómica parecen escasas, dadas las restricciones de espacio fiscal en varios países o el incremento de la inflación.
En este contexto, la Oficina Regional de la OIT sugiere adoptar políticas sociales y de mercado de trabajo para impedir que el peso del ajuste caiga sobre los más vulnerables, al mismo tiempo que se estimula la recuperación, especialmente en países donde hay déficits de demanda efectiva.