Hasta hace unos años, nuestra única alternativa era la leche de vaca y de soya; pero de la noche a la mañana comenzaron a surgir otras alternativas como la leche de arroz, de almendra, de avellana, de cáñamo, ente otras.
Decidir cuál es la mejor leche para ti depende de tu estilo de vida y necesidades nutrimentales, pero ¿haz probado la leche de coco?
México es un país donde abunda el coco silvestre, por lo que hay más coco orgánico que transgénico. Si lo consumes, ayudarás a las comunidades cocoteras y, lo que es más importante, al medio ambiente.
El coco no te va hacer subir de peso, ya que es rico en grasas buenas y grasas de cadena media, las cuales son metabolizadas rápidamente por el hígado.
Estas grasas son ácido láurico y ácido cápricos. El primero se convierte en un potente antiviral y el segundo es un antibiótico y fungicida. También están asociadas a la disminución de la velocidad en la que el azúcar es liberada del torrente sanguíneo, reduciendo así la inflamación en articulaciones.
La leche de coco, siendo una bebida electrolítica, tiene un alto contenido de manganeso que te ayuda a prevenir la deshidratación o diarrea.
Además, es apta para todos los intolerantes a la lactosa, ya que no es un derivado de leche y no contiene gluten, por lo que los celiacos pueden tomarla también sin problema.
Así que si escoges una leche de coco sin azúcar estarás tomando una bebida muy nutritiva.
