Por si no lo sabes, un agujero negro es “una región finita del espacio cuyo interior existe una concentración de masa lo suficientemente elevada como para generar tal campo gravitatorio que nada, ni siquiera la luz, puede escapar a ella.”
Ahora sí, respondemos la pregunta ¿qué le pasaría a una persona si cayera a un agujero negro? Además de que no viviría para contarlo, le sucederían cosas rarísimas. Supongamos que un astronauta desafortunado (vamos a llamarlo Austreberto) empieza a caer dentro de un agujero negro. Si sus pies están más cerca del horizonte de sucesos que su cabeza, se iría estirando como un chicle hasta medir varios metros de longitud.
Por otra parte, el tiempo se comportaría de manera extraña. Imagina que otro astronauta más suertudo (llamado, justamente, Fortunato) está fuera del agujero, viendo a Austreberto caer. Desde el punto de vista de Fortunato, parecerá que Austreberto se va deteniendo poco a poco conforme se acerca al horizonte de sucesos, y que nunca caerá dentro del agujero.
En cambio, Austreberto sentirá que el tiempo avanza normalmente y que Fortunato se mueve extrarrápido. Esto sucede porque de acuerdo con la Teoría de la relatividad de Einstein, el tiempo se ve afectado por la velocidad. La velocidad de fuga necesaria para escapar del agujero negro se vuelve tan vertiginosa que la luz emitida tarda más tiempo en llegar a Fortunato, hasta el momento en que la velocidad de fuga del agujero negro iguala a la luz. En ese instante, la luz queda atrapada en el horizonte como si estuviera “congelada”.
