Para dejar de lado las narrativas totalizadoras sin matices intermedios en donde los buenos son buenos y los malos son malos, series como “La mujer del diablo” y “María Félix, la Doña”, exploran “los grises” de la complejidad humana en sus personajes.
“Ciertas personas juraban que el melodrama iba a morir con la llegada del ‘streaming’, pero se han dado cuenta de que el melodrama no es perecedero, Shakespeare era melodrama, series como esta ratifican el hecho de que la gente quiere seguir apostando por este género con otra visión y menos velos”, dijo Leonardo Padrón, escritor de “La mujer del diablo” en su paso por la alfombra roja de la presentación de la serie.